domingo, 6 de febrero de 2011

TALLER DE POESÍA DE LOS SÁBADOS 05-02-2011

GRUPO DE POESÍA DE LOS SÁBADOS A LAS 18:00 h
-revista virtual-
COORDINADOR :
MIGUEL OSCAR MENASSA (Candidato al Premio Nobel de Literatura 2010)
NÚMERO - 63- 05/02/11
Semana a semana iremos mostrando en este blog el producto del trabajo realizado en el Taller virtual de poesía los sábados a las 18:00 h de la Escuela de Poesía Grupo Cero, coordinado por el poeta Miguel Oscar Menassa


Todos los dibujos son de Miguel Oscar Menassa

TE QUIERO VERDE

Tus dedos marcaban el compás del

universo de tuétanos enlazándose por el mar,

como si enlazarse a lo imposible trataran.

Una luz ensoñadora de aguas

y ríos turbulentos, y febriles de sosiego,

donde el crepúsculo en la ventana

rubrica las notas del olvido.

Dioses y Adioses, enaltecidos por el

clamor del fuego salvaje y gris, profanado

en la huella silenciosa de la playa.

Amor de las mil bestias que te blanden

en un torbellino de ojos y sueños,

intentando llegar al desierto

para probar la sal de tus venas.

Te imploro: no renuncies a mi deseo,

al cuerpo de oro de un tiempo ignoto y profundo

en las sendas más estrechas y elocuentes

de tu verde vida.

¿Por qué la lluvia cae de esa manera?,

¿por qué si me hallaste y yo escuché tu canto,

tengo que disculparme por querer ser del mundo

un jazmín de voces fuera de este efímero frasco?.

Historia de mi amor parsimonioso,

como esperando su turno

desesperadamente entre una ilusión inaudita.

Sube, sube como un rey que permanece

sin conservar nada para las alturas,

sube absurdo, en una soledad incomprensible,

dueño de un reino inexistente que renuncie a la libertad.

Susana Lorente Gómez


PIERNAS CON MEDIAS

A Pilar Rojas en su 53 cumpleaños

El planeta de tus piernas

mis masculinas sondas escrutan:

Lo irregular del terreno,

las zonas de sombra, detienen

el transcurso de la mirada.

La escuadra, el cartabón,

los ojos trabajan como un compás

que fija la punta y traza

sobre las móviles dunas

círculos blandos que se escurren

cual relojes de Dalí

por lúbricos glaciares de sólida hermosura.

Dos afilados diamantes,

segmentan superficies mediáticas,

subdividen divisiones, roturan, jalonan

laderas y vertientes

hasta caer, rendidos, en la tersa malla.

Red de mares dinamitados

donde acuden aturdidos tiburones,

tela de araña en que se acunan

la plácida cigarra y la hormiga...

Hay en tus medias secretos

toboganes, delicados ventisqueros

y sendas ascendentes.

Tus piernas reclamadas por los cauces

de ríos extinguidos,

susurros de mares ancestrales,

voces volcánicas cuyos ecos

en tus piernas gravitan...

Toda la miel custodiada

sobre ti se adentra,

sobre tus cuencas lunares

abiertos manantiales

del amor.

Kepa Ríos Alday


POEMA DE AMOR

Blancas amapolas
agitan sus alas
de mimbreados bordes
en un llamado de amor
sin fronteras.

Ella espera el fulgor,
la lluvia inusitada,
el tacto que cambie
esa mirada extranjera.

Su cuerpo,
al trasluz de una voz
que rompe la máscara,

cae.

Sangra la noche

y ella

abre sus ojos

dispuesta al amor.

Cruz González Cardeñosa


¿QUIÉN ME NOMBRA EN LA NOCHE?

¿Quién me nombra en la noche?

¿Quién me busca?

¿Quién desprende palabras de su boca de nubes

para llover mi espanto?

¿Es el amor?

¡Prendedle!,

en su nombre se han cometido los crímenes más atroces,

bajo su égida han muerto las inteligencias más preclaras

¿No fue Narciso a buscar el amor en el fondo del lago y nunca regresó?

Libradme de esta cárcel. No besaré más mi rostro en el espejo,

no mencionaré tu nombre en vano nunca más,

no amaré más mis manos en tus manos.

No me arrodillaré jamás frente al altar de mi inocencia.

¿Rendirte pleitesía?

Analizaré tus ruedas silenciosas,

descubriré tus mecanismos,

te arrancaré la máscara.

¡Es el amor!

¡Prendedle!

Sólo ama la imagen.

Alejandra Menassa de Lucia


DESGAJANDO DE LA FLOR UN TALLO

Desgajando de la flor un tallo,

la oscura savia deshojó del amor

tus labios.

Qué pletóricos parecían

sus pétalos ufanos,

sus sangrantes heridas

simulando un puñal clavado

de vegetal espina.

Desgarrada estaba su alma

y sus líquidos derramados

languidecían en sus espumas.

Era una mañana

y el sol amanecía en las esquinas.

Parecía de oro, una reliquia

que en el fondo del abismo relucía.

Todo volvía con las sombras

a su tamaño.

La noche en que tu sueño

me arrebató con su mano de gigante ciego,

con su temblor de pájaro atrapado.

Ruy Henríquez


MEDIANOCHE

“Tú me miras, amor, al fin me miras

de frente, tú me miras y te entregas…

Tú me miras, amor, me estás mirando”.

Gerardo Diego

Adivino, al borde de tu cuerpo,

en mi lecho,

tu carne de pétalos floridos

y esta paz

cuando no hay silencio.

Al fin me miras, amor,

en el decir que nos rodea.

Me miras con brío,

destilando el agua muda

del mar profundo y olvidado.

Traspaso el fuego

con la maravilla de tu cuerpo

tendido, con su nacer,

entre mis brazos.

Mónica López Bordón


-LOS AMANTES-

Porque tambaleaban sus pupilas

se acercaron a una cruz cercana

abriendo zanjas para destapar

la ternura de los cuerpos.

Fueron infinitas las partículas

que contestaban de lado

a los viajantes del amor.

Conducidos por esta llave

que florecería

en el fondo de una llegada,

cubrieron de plata

la inmensidad de la orilla

moviendo los extremos

chocando con lo inverosímil.

Felices,

desgastando la delicadeza,

abrieron puertos para sus ojos

nadando de cuerpo a cuerpo

hasta el infinito.

Clémence Loonis


YO SOY LA LUZ

Sincera prontitud de vicios, tragada por la bruma,

una caricia tuya.

Golpe de acentos, festival atizando las ascuas de Dios

como el viento huracanado más allá del hombre

que anuncia milenarias noches inabarcables por el mar.

La dulce coacción de poeta,

sencilla España en la que clavas tu garganta azul.

Mecanismo espureo incoado en la almohada

tu ser me hace de acera

donde los niños juegan al boliche y al sol.

No creo en ti y lanzan al compás de mi lengua suicida

tus espaldas de arena, como ahorcado de estatura,

mi fecha de hombre desconocida.

Virginia Valdominos


CINCO MINUTOS

Cinco minutos

y, mientras tanto, la vida

continúa enredando historias,

calculando con inusitada lentitud

el exasperante ritmo de los pasos.

En la recámara,

carnes dispuestas a representar

suculentos desenlaces para mi locura.

Nada compensa esta espera,

ni la ilusión de no errar jamás,

ni el péndulo abisal de mis deseos

detonando entre túnicas de rectitud.

Alguna vez fue fácil:

sólo había que parar el reloj

y decidir en qué grado

la realidad sería comestible.

Hoy,

ni llantos ni algarabía:

es hora de renacer.

Carmen Salamanca Gallego


UN DIA CUALQUIERA

Trazos que señalan la fecha inexorable,

cómo dátiles surcado por un sabor amargo,

detienen el trasiego de una multitud estulta,

amasando el polvo de sus huellas

cuando el jazmín invade las arenas

y la oquedad de sus ojos rebosa

la savia que destilan sus huesos.

Un paso más y la noche se detiene entre brumas

que alumbran estrellas desconocidas

en un horizonte plagado de deseos,

dispersando las plumas de aves migratorias.

Rasgadura en la historia, obsoleta y amarga,

Un paso más y cruzo la ciudad, rosa de los vientos,

marchitando los lirios que señalan el norte.

Pilar Rojas




¿POEMA DE AMOR?

Mientras la media nuez estremecida

con su disfraz de vela,

danza y sortea escollos al compás

del sonoro arroyo, presuroso

sobre su légamo lecho de no retorno.

Y la luna, rompe en mil fragmentos

su redonda cara:

Se juntan tus manos y las mías

y una promesa de amor

envuelve dos deseos en la bruma.

¿Dónde estás amor mío,

que te encuentro sombrío, iluso, cabizbajo?

Qué esperabas de mí, amor

sobre esta nuez tan frágil,

sobre esta vida tan corta

¿Qué esperaba de ti amor?

Tal vez me hicieras inmortal en un poema.

Olga de Lucia





CUÉNTALO TODO

Busqué algún escondite dentro de mi cuerpo y me puse a temblar.

¿Qué tenía que contar?

Mil latidos robustecían el tiempo

que como insignificantes aletazos recortaban mis sienes,

De pronto mis vestidos eran arrancados con violencia

y un escalofrío de amor sacudía mi soledad.

¡Cuéntalo todo! Decías,

y mis manos blandían silencios como espadas

vueltas hacia el corazón.

No podía retroceder, atrás estaba la muerte,

En medio de esa encrucijada

los ojos de la desidia y el miedo te buscaban

sin saber hacia donde.

Estuviste tantos años sentada en mi pecho

que aun extraño tu peso sobre mis pies.

¡Cuéntalo todo! Gritabas.

Refugiada en mis entrañas, ayer, no te hice caso,

soñé con verla de nuevo, abriendo sus brazos para mí.

Las dos fuimos la constelación perfecta, tocamos el sol.

Te vi arder, te retorcías y llorabas entre las llamas,

pero no pude acompañarte.

Tu dolor se reflejaba en mi rostro pálido y no hice nada.

Me quedé al lado de los vivos, contigo en la distancia,

guardando tu secreto.

Después de tantos años, abandono mi soledad y escribo:

siembro mi cuerpo de futuro.

Magdalena Salamanca



CINCUENTA Y TRES JAZMINES

A Pilar Rojas en su 53 cumpleaños

Cautiva la fantasía ese jarrón de los años

de tus manos dulce piel

al crudo y sereno papel

donde crecen las palabras de la mágica sonrisa.

Anoche mismo, desnuda a mi lado, te soñaba

desperté atómico y locuaz, besando despacito

desde la nuca tu espalda y al llegar la melodía

de la pasión,

zumbó el despertador y la radio alertaba

de un frío de congelador

que los cuerpos apretó y ese

el motivo de la tardanza.

Cincuenta y tres jazmines en el jardín de tu morada.

Cincuenta y tres jazmines en tu inigualable mirada.

Cincuenta y tres jazmines, el porcentaje del juego.

Cincuenta y tres jazmines, como estos, contigo apuesto.

Carlos Fernández



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