-revista virtual-
COORDINADOR :
MIGUEL OSCAR MENASSA (Candidato al Premio Nobel de Literatura 2010)
NÚMERO - 62- 29/01/11
Semana a semana iremos mostrando en este blog el producto del trabajo realizado en el Taller virtual de poesía los sábados a las 18:00 h de la Escuela de Poesía Grupo Cero, coordinado por el poeta Miguel Oscar Menassa
HOY VI UNA LUZ
La caprichosa memoria me desdice
y a veces no recuerdo.
Pero no olvido aquellas tardes arboladas
a pleno sol, corriendo hacia las puertas vivas
que daban a la gruta en donde se perdía la amatista.
Colgada de algún cuello arrastraba una cadena de luces amarillas
que gravitaban al compás de un péndulo
rozando apenas una camisa ardiente
y era fugaz el latido que ascendía por los costados de la risa
saliendo airosa hasta una superficie de aire
donde volaba su delirio.
Feliz la piedra tomaba los perfumes de una piel
y embriagaba su ser transformando en miel su brillo
y era una mujer recién creada
corriendo sorprendida por el mundo vestida de amarillo.
Con mis ojos de almendra recién amanecida
miré y no ví destellos sino un cuerpo creciendo entre milagros,
frente a la maga que tocaba los objetos
y hacía de la tierra un remolino del que surgía una
presencia girando en fantasías.
Por la solemnidad con que miraba,
calculó el riesgo de un corazón desentendido,
y otra vez jugando a las andadas
se puso a dirigir una orquesta de risas cristalinas subiendo escalonadas
hasta un cielo anodino, sin belleza, donde estaban todas las heridas,
y dando dos pasos adelante desanudó las tinieblas de su edad,
entró hermosa en su luz y deslumbró sin artificios a la vista
al que había perdido la memoria,
igual que una paloma saliendo de un sombrero.
Norma Menassa
HOY VI UNA LUZ
Hoy?
O quizás fue ayer,
realmente,no lo sé.
Fue una luz intensa
que inundaba el cuarto
y dejaba mi propio cuerpo a oscuras.
Rellenaba los rincones
templaba de amor el ambiente.
Me dejé llevar
por esa luz que movía
de su lugar
cualquier escondida práctica.
Sentía tu amor por mí,
mi amor por ti
y era,entonces,soportable.
Piel reluciente enajenada,
habitaba entre nosotros,
como siempre.
María Chévez
HOY VI UNA LUZ…
Hoy vi una luz que nadie apagará
Versos como de la mano del hombre
Como legiones de manos certeras
Atravesadas por la daga del poema.
Sumergida en los nombres más clarividentes
la letra se desliza y se condensa como nunca,
como tierra húmeda en lacerada herida
como mirada prisionera de lo abierto.
Candado de labios indecisos, en tus ojos
laten como dardos las agujas del reloj,
que no pasan sino como agudas nostalgias,
como sueño sin destino, sueño sin despertar.
Agoniza la sabiduría cuando nace la letra.
Y cuando ella no está, se muere sin morir,
se nace sin nacer, cualquier camino
te cierra el paso, te encierra en el pasado
Hoy vi una luz y me até a ella
como si mi sed fuera inmemorial
como si mi sangre flotara más allá de mí,
llama sin fuego, letra que me nombra.
Amelia Díez Cuesta
HOY VI UNA LUZ...
La lámpara del entendimiento ilumina,
lejos de toda nimiedad,
la montaña del miedo.
Una oreja inmaculada
ausculta los mecanismos del pan,
y la prueba destapa la roña que,
como un sainete, desfigura la verdad.
En ese mar de confusión,
los sargazos acentúan un sinsabor endémico,
llegado del suroeste de la razón.
Destierro toda vanagloria
y me transformo en la mítica abeja
que levanta barricadas contra la desesperación
de unas alas mitigadas por la desgana.
Soy el cántaro que jamás se romperá,
empeñado en desencajar fatuas melodías,
entrelazadas al viento de otoño.
Ese filo galopante
que desgarra galones y respuestas,
que desorienta a las bestias
y su vocación de hierba
en el páramo de lo incorrecto.
Carmen Salamanca
HOY VI UNA LUZ…
Desde lejos, abriéndose la tierra
vi una luz que amaba en presente,
a ritmo azul, con todos sus aromas
dejando la lejanía como rumor de viento
y sonreía.
Ella, apacible en la casa habitada,
sin apenas recuerdos,
hizo del gastado huésped
una leyenda inventada de invierno
donde recorrer la pena de la tristeza
era un paseo cada vez más lejano.
Hoy vi una luz…
El más bello amor abriéndose en el horizonte.
Mónica López Bordón
HOY VI UNA LUZ…
Caníbal de tu piel, soy una boca voraz.
Destapo la noche y quedo a tu merced.
Perseguido por tu aroma alimenticio,
mi lengua recorre tus espacios infinitos.
Insaciable, lleno del vacío de las caricias,
me someto a tus manos que moldean mi cuerpo.
Hijo de tus deseos, no tengo otro destino,
huérfano, mi soledad te pertenece.
Confundidos en el mañana, sólo el mortal aullido
nos arranca del fuego del amor.
Luz cegadora de la especie nos atrapa.
Perdidos en un nuevo universo
huimos de la repetición, volvemos a nacer
cuando el sonido de unos labios marcan el final.
Helena Trujillo Luque
HOY VI UNA LUZ
Dos soles de luto en medio de un desierto
mueren salpicando un hambre de amapola.
Horas espolvoreadas como cuchillos en la arena.
Espejos centenarios de estiércol y azucena
preñados de peces y locura.
El viento en la figura da las horas
como mano parida por el hueso
de mi frágil y caliente vómito de vida.
Espalda del amanecer
amenazadora y perversa.
Hoy probé la cicuta y la rata me mordió la frente.
Los pájaros giraban en mi nombre
al eco del edén de la saliva
humillada en el zarpazo de la muerte.
Voy insaciable en los cadáveres
que viajan a la luz.
Estiércol iracundo como cemento de poetas,
en el clamor finito que confundió las olas con el mar
acicalada de sueños y de hombres,
soy el perro y su desorden:
Rabia de luz.
Virginia Valdominos
POEMA DE AMOR
Enero tiene la piel más delicada,
los senos más suavemente
dispuestos para el día.
Ella escribe, con su cuerpo,
una canción en mis ojos.
Danza continuamente
inventando ritmos, cadencias,
con su torso instrumental,
resonante, hueco.
Baila en el aire, cálido copo
de nieve que nos busca.
Que busca la mano abierta,
el labio desnudo, para caer
interminablemente
sobre nosotros.
Kepa Ríos Alday
HOY VI UNA LUZ
No era la luz de la esperanza, que trenza tantas almas,
y no era tampoco la luz del amor, que más bien ciega,
no era una luz que iluminara nada,
ni una luz cuyo resplandor los ojos silenciosos hiera.
Eran otros hombres, otros pasos, algún deseo.
Diógenes también llevó su linterna bajo el brazo,
cada hombre es capaz de lucir al menos una vez
aunque nunca lo haga, aunque ande a medio gas,
desvaneciéndose por las esquinas rotas,
agotando a tiros y patadas el fuego de otros hombres,
extinguiendo su propia, humana, calidez.
Hoy vi una titilación, eran varias las manos que sostenían la tea,
un sólo hombre, un hombre solo, no puede con la luz.
Alejandra Menassa
HOY VI UNA LUZ
No buscaba las calidades de tu piel
rociada por la lluvia,
ni tus hombros descubiertos
al amanecer,
no buscaba tu risa seductora,
ni tu cuerpo abierto al llegar la hora,
no podía consolarse con tu llegada,
ni con tus caderas que se declaraban.
La felicidad padeció de necesidad.
Él, no pudo darle nada,
ella, no aceptaba.
Renunció
ciega por el resplandor,
y sin encuentro,
la búsqueda fantasmal terminó.
Adiós, adiós con el fuego, con el alma
con la pasión, adiós con el frenesí
de un cuerpo inventado,
con las sombras de los árboles al costado
en medio de un jardín de rosas soñado.
¿La ves?,
es una mujer,
ha llegado.
Susana Lorente Gómez
HOY VI UNA LUZ
Dormías y tus párpados seguían
la línea azul del horizonte.
Eras un territorio de altas cumbres
y negros valles,
temblando en el vino dulce de la noche.
Gemías en tus sueños
y tu pecho corría sin sosiego
detrás de un deseo.
Eras la siempreviva pleamar
de los océanos
y sus íntimos estertores.
Canto rodado entre mis manos,
tu frente reposaba en ángulos
descifrando símbolos
con su oscuro abecedario.
Hoy vi una luz...
tremolar en el fondo del estuario.
Era tu cuerpo horadando
con sus bordes la penumbra.
Preguntabas por mi nombre.
Ruy Henríquez
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