lunes, 4 de noviembre de 2013

GRUPO DE POESÍA SÁBADO 2 DE NOVIEMBRE DE 2013







GRUPO DE POESÍA DE LOS SÁBADOS A LAS 18:00 h
-revista virtual-
COORDINADOR :
MIGUEL OSCAR MENASSA (Candidato al Premio Nobel de Literatura 2010)
NÚMERO 125, 2-11-2013
Semana a semana iremos mostrando en este blog el producto del trabajo realizado en el Grupo de poesía los sábados a las 18:00 h de la Escuela de Poesía Grupo Cero, coordinado por el poeta Miguel Oscar Menassa

Dibujos: Miguel Oscar Menassa

AQUÍ, EN EL CENTRO

Hubo umbrales, algunos,
donde barajé los cielos míos
y donde descansé los pies hinchados
de caminar sobre el polvo de los despeñaderos
acompañada por perros de la noche que me olían
y a los que volvía mi cara trabajada sin filos de cuchilla
que era sólo el reverso de mi imagen que insistía
buscando pedazos de tiempo que se escapaban de mis manos
como se me escapaban los sueños de los que no podías hablar
para llegar por fin al sueño.

Carnavales lejanos me invitaban desde ridículas bocas
a lavar una culpa antigua,
sin saber a qué pecado correspondían las rayas
del cuaderno y que desliz fue la equivocación primera
que hizo de mi piel un disfraz de impiedad
que usé con crueldad en el intento de comerme
algunas almas.

Bancarrota de mis iluminaciones
cielo raso curvado con forma de paraguas
para atajar mis ojos desorbitados que no podían disimular
que mi existencia iba a veces más lejos que mis fuerzas
y que no había árbitro ni arbitrios
que explicasen esas corridas de la vida
que me empujaban hacia la calle
para lanzar mi aullido de oro,
ese canto de sirenas inaudible que castiga la noche.

Sin dejar de volar llenaba mis dedos de deseos
y apoyaba mi cabeza sobre el libro que todavía no escribí
mientras le preguntaba a la vida porqué a veces alucinaba
un hilo de sangre corriendo por sus bordes
como si me ofreciese una herida fresca
para alentar al cuerpo a que otra vez florezca
paladeando la sal de esta puntada aquí, en el centro.

 Norma Menassa.

TE BUSCO…

Escucho la sombra de una voz;
vuela entre las hojas que escapan del otoño,
yo también deseo escapar de los fríos días
donde la única música es mi desesperación.
En esos momentos me aferro a ti, salgo
de este desgarro de mi alma,
tomo tu mano y me dejo llevar
por tu fuerza y tu piedad.

Quisiera ser niña o sabia,
papel escrito o humo donde enjugar
las lágrimas que atenazan mi voz.
Sonámbula, toco el vértigo del amor
que se derrama en estas brumas
que desdibujan fantasía y realidad.
Mezclo la saliva de mis besos
con la tinta donde sangra la palabra,
sello, en el verso,
la margarita interminable de mi amor.


Helena Trujillo

NO HAY PALABRAS

No hay palabras que disfracen mi aliento.

Desde inmemoriales suburbios,
repaso cónclaves interiores
y desaforadas premisas:
no hay palabras si no las pronuncio.

Desterrada de ingentes pasiones,
expulsada de interminables
vaivenes de la vida,
recupero el aliento de tu voz:

Nada queda si no es dicho,
nada sobrevivirá al tiempo,
a mis huesos raídos,
a mi piel ajada,
a mi alma de animal subterráneo,
si no lo escribo.

Por eso hoy desdeño los disfraces,
y vuelo sobre tu piel
para que esa fuerza nos acompañe.


Carmen Salamanca

HÉRCULES PROFUNDO

Vertiente del rumor
Iluminadas batallas
Recuerdan tu caminar.
Un abandono ante la culpa
Un dolor pronunciado por tu nombre
Un ardor estático que no sabe.
Un saberse mortal
Que rueda entre nosotros.
Con la muerte enamorada
Nada cabe.
Sólo un rumor
Un hablar sobre ella, no verdadero
Que siempre pasa a otros.
Yo tuve suerte,
me dijeron.

Enclave silvestre de sal y luna
Un espejo donde mirar las sombras
retrocede en tu ausencia
como carne desgarrada
como himen fosilizado de locura
que muestra los vestigios
de la razón.

Dictámenes del odio
ennobleciendo los corazones.
Y yo tirada ahí,
Tan estúpida no pude ser
Enamorada del amor
Confiando en los rastros
de la noche
Y su apariencia deliberada
Como plata del escándalo.
Un barniz que devora
nuestros sueños.
Un lugar lejano, justo aquí
entre nosotros.
Caminando con los padres
entre esmeraldas
mi niñez añorada
pidiendo a gritos
el arte de vivir.
La espera continua de las manos
sonando desesperadamente
a menta, de altos helipuertos,
a ráfagas de olores
perfumados,
reptando a los puntos inasibles
de la soledad.
Cada amor
resulta poderoso
cuando eres quien me dicta
el legado de la verdad.
Soy una llamada
que nada sabe de mí
Solo un rubor del fuego
que me quema,
Que arde en la lasitud
de la misericordia
preguntándose por la confusión,
de las apariencias.
¿Cómo pudo pensar en mí
de esa manera?
¿Cómo pudo recordarme
para morir?
El emblema es el oro
el montante de espermas
esperando
El ungüento querido y deseado.
Santos y santas devotamente envueltos
con torbellinos de duda;
Esqueletos afianzados
con hormigón.
Puede ser que seamos
más de muchos.
Puede ser que poseamos
el universo de las palabras
en un rinconcito
de múltiples recuerdos.
Pero no cantamos ni morimos
somos útiles al bronco
sonido de Dios,
cada cuatro años.
Y, sin embargo,
Sol que nos iluminas
Recto, amor de cadenas abiertas al infinito
que me claven a la madera
que revienten mis venas de luz
pues soy el esclavo
que te posee
el dueño de la ira que te es propia.
La pasión de la poesía me declama
y yo,
máquina infernal,
oficio los misterios poderosos.
Un lenguaje de madreselva
poseyéndome.
Un canto reservado
que, sin embargo,
me estremece.
Pues se hace mío
en la salvedad del beso.

¿De quién soy.
Del salvaje caníbal
que se apodera
del alimento
del alma mía,
O del rugido efímero del orden
amurallado
por el errante
cosmos?

Sencillamente
el esclavo
me oprime
la garganta.
Retuerce con sus manos
el alma que labura.
La suma que se obceca
en pertenecerme
como siendo ajena.

Nada de mí
para mí.
Nada de otros
sobre mi sombra.
Pues mares apacibles
se tumban a mis pies;
oleajes de tierra
cambiando de paisaje.

Castigo
lo que sobra de nosotros
los excesos profundos de mi piel
Hércules
de sol
Iluminando las vertientes de mi voz.
Mañana
Tu rastro será alto como las estrellas
Tu canción nuestra fiebre.
Tu fortaleza, el ascua del hastío
Amor,
Serás el canto desesperado de las fieras.
Pero hoy,
eres
lo que queda del hombre.
Otro hombre.

Virginia Valdominos


LINDA GOLOSINA


160. Por momentos, pareciera que la locura se abre paso hacia su fracaso
por la misma brecha simbólica por donde el poeta y el científico
se abren paso hacia la cristalización, materialmente objetivable, de sus tendencias.
¡Linda golosina le reservaba este siglo al ojo!
Miguel Oscar Menassa. Aforismos y Decires (1958-2008)



Linda golosina el amor en tus labios,
soy yo la que me pierdo en el sueño de tus ojos
y deambulo en prefabricadas palabras sin sentido.
Soy la que desgarra sus viejas vestiduras,
la que desea ser la amante furtiva del tiempo,
mostrar su torso, lienzo de los encuentros.
Subrayo con hiancias los epítetos que todavía no te alcanzan,
cruel inocencia que encierra todos los prejuicios,
infantil tentación de empequeñecer la belleza de los versos.
Seré el fruto del trabajo del amor, la laboriosa
combinación donde la luz y el color
multiplican los orgasmos de mi verbo.

Helena Trujillo





DESENCUENTRO.

Como incendio mi rubia cabellera desciende por la espalda
que sostiene las penas y alegrías con que adorno mi rostro
una sombra se cierne sobre el lecho dónde espero tu mano
que acaricia y que ablanda la firmeza de muslos anhelantes.

Siento que te esperaba desde siglos, que no te esperé nunca
y has llegado y están aún viajando todavía, sin destino,
tan lejos de mi pecho, tan cerca de mi herida que te nombra,
que ya no sé si quiero desde siempre o no quise nunca que llegaras.

Como cincel tu mano moldea mis sentidos, tornea el cuerpo
que en súbito deshielo hace lago del lecho que habitamos,
me llamo como tú, y no soy tu sombra, te llamas como yo:

somos esclavos, buscamos en el otro la respuesta,
y por más que indagamos, no la hallamos,  porque tú estás al norte
de mi almohada, y yo he roto la brújula hace tiempo.

Alejandra Menassa




¿SERÁ VERDAD LO QUE ME CONTASTE?
La verdad habla en lo que dices y en lo que callas.
Es lo indecible que te marca con su ritmo como un dolor antiguo,
como una mujer llorando lo que nunca habrá perdido,
como un mensaje ininterrumpido donde nacerá el silencio.
¿Por qué me dices la verdad para que crea que estás mintiendo?
¿Acaso la mentira puede nacer lejos del ruido de la verdad?
No es fácil hablar entre dos bocas cuando los labios
se besan, cuando queda sellado el paso del aullido de la voz.
Es extraño no poder habitar más este cuerpo,
tener que desprenderse de este nombre que me nombra,
y de todas las edades, también las no alcanzadas.
Es inútil el lamento sin mirada y la contemplación sin voz,
cuando te escondes tras la solapa del tiempo que se adhiere
sin irradiar su propia belleza, como apariencia que se levanta
y se va entre los abismos de la desolación de los encuentros.
Háblame, miénteme, mi voz sólo vive entre otras voces.

Amelia Díez Cuesta


¿SERÁ VERDAD LO QUE ME CONTASTE?

Me contaste que la muerte era una puta barata,
que se podía engañar con unas cuantas monedas.
Que a mí me querías más que a ninguna,
más que a tu  madre,
más que a tu propia vida.
Que poco te importaba el dinero.
Qué nunca, nunca me olvidarías.

Yo hacía que te creía.
Apuntaba, apuntaba sin decir nada:

Puede ser que la muerte quizás sea una puta
pero no se deja engañar por cualquiera.

El amor tiene poca memoria,
los sentimientos engañan
por mucho brillo que tengan.

Habré de trabajar muy fuerte
para ganarme la vida
y algún espacio compartido de libertad.

Y para que no se me secase el alma,
para enriquecer cada día
empecé a leer algunos libros de sabios
y escribir algunos versos
                                              cuando podía.

Claire Deloupy


¿SERÁ VERDAD LO QUE ME CONSTASTE?

¿Será verdad este deseo que utiliza la vía oral para expresar la separación?
Volver es imposible señor juez. La puntuación nos produce.
Sólo vuelve el futuro, lo inexorable.
A partir de hoy, acepte en este instante: aunque madre solo haya una,
el número es infinito, irracional, natural y quebrado… y solo palabra.

Dos puntitos negros en su rostro, permiten enumerar los delitos
que la constitución española señala para todo hijo de vecina
ya sea puta, soltera, casado o maricón.

El límite, la española es tan significante como la constitución aunque algunos
confundan la Pepa con el Pepe.
Y más allá de los paranoicos gobernantes actuales escapando en su mayoría
de los fantasmas de su traición a lo firmado. Y el inevitable chantaje
de sus propios socios políticos, sus propios jueces, sus propios tesoreros...

El placer de la venganza y las medidas legales que nos incitan a probar
quedan para los vengadores que la historia escrita por los poetas, denunciará.
Notario del delirio, ¿será verdad lo que me constaste?
El siguiente!

Carlos Fernández   


¿ES VERDAD LO QUE ME CONTASTE?


La verdad es un reflejo
que sortea caminos aledaños
y avanza presuntuosa siguiendo
única meta.
Ella se mantiene única, sublime
mas nadie ha podido hallarla.
Danza juguetona y se burla
de corazones añejos, cejas fruncidas
sobre el brillo fatal de la codicia.
Soy verdadero, me dijiste,
amo a Dios por sobre todas las cosas.
Y el Dios eras tú mismo.

Olga de Lucia

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