-revista virtual-
COORDINADOR :
MIGUEL OSCAR MENASSA (Candidato al Premio Nobel de Literatura 2010)
NÚMERO - 53- 09/10/10
Semana a semana iremos mostrando en este blog el producto del trabajo realizado en el Taller virtual de poesía los sábados a las 18:00 h de la Escuela de Poesía Grupo Cero, coordinado por el poeta Miguel Oscar Menassa
A GOLPE MONSTRUOSO
A golpe monstruosos el mundo avanza
hacia la ruta que nos sumerge en el pasado,
que no existe sino en la locura libre o acordada.
Maligna nostalgia o futuro olvidado.
Lamento haber dado la vuelta a la esquina
que se precipita sobre cuerpos impermeables
de periodistas y profesores, de sabiduría redonda,
y caprichosa complacencia de Parnaso.
Cenizas enlatadas y escombros encantados
solicitan la mirada y nos hacen vivir
al otro lado de las ventanas, indiferentes
a lo que hace el amor sobre los martillos.
La vida se retira en la esfera de las formalidades,
entre abanicos y espadas se queda quieta y aguarda,
mientras los intelectuales de clase definida
se miran tiernamente la punta de la nariz.
Hoy sólo quiero ver los contornos del miedo
indefinible y preciso, el miedo que triunfa
sobre la decoración sofocante de las terrazas
amarillas y las conjeturas eternas.
Amelia Díez Cuesta
CUMPLIR 70 AÑOS NO ES MOCO DE PAVO
Cumplir setenta años, con la lejanía del tiempo
pisando fuerte en el presente.
Todo lo que amé y amo,
lo que en mí persevera,
me hace feliz.
Los lazos entrañables, acuñados en toda época.
Lo que vino, lo que está por venir
de la mano de los seres amados...
La edad se presenta a veces
con una totalidad impenetrable.
En otros momentos cuando los afectos
y hasta los productos brillan
es la edad lo que no existe
-moco de pavo-, se desvanece.
María Chévez
ME HABLAS Y YO ESCUCHO EL NEGRO SOBRE EL BLANCO
Me hablas, sí
y yo escucho el movimiento de las olas,
las partes de una roca dividida en cinco continentes
y el olor de las despedidas cuando nos miramos sin mirar.
Escucho el negro aleteando sobre el blanco de tus ojos,
cuenca sin sonido, abierta y extendida sobre la piel
de una noche sin estrellas, iluminada por tu voz.
Hablas, descomponiendo las palabras,
agitando el vaso de las combinaciones
para que se produzca en ti
el instante perdido,
la casi oscuridad,
el estallido.
Cruz González Cardeñosa
LA POESÍA NO SON VERSITOS
Despierto a la mañana y las letras me esperan sobre la mesa.
Cual purasangres abriéndose a la llanura,
galopo a lomos de los más bellos versos de este siglo.
La poesía no son versitos,
no acunan a mentes débiles en busca de calma.
La poesía es una manera fuerte de vivir la vida,
una pasión desenfrenada por combinar lo desconocido.
Este mundo está lleno de seres
ciegos a la luz de un verso verdadero.
Que desconocen los poetas
que se nutren cada día de las aguas cristalinas
de los más grandes maestros.
Ellos son los que lo han dado todo,
su sangre, su piel, su propio nombre
para ser sólo de letras.
Huyamos de lo insulso.
Arranquémonos el corazón rosa de tanta televisión
dejémonos llevar por el aire puro de un poema.
Noble es el que tiene nobleza en su manos,
en su corazón, en su mirada.
Grande es el que se entrega a los jóvenes
alimentándolos con su saber.
Inmortal es el que transforma su vida en versos
para que el futuro sepa lo ciegos que estamos.
La poesía no son versitos,
no es escapar de la verdad
ni ocultarse del paso de los años
ni vivir en cómodos apartamentos en la gran manzana.
La poesía es un paso firme,
una palabra que desgarra el alma.
Helena Trujillo
UN BRILLO SOBRE LA LEJANÍA
Soy una mujer que se encuentra
perdiendo su pasado,
borrada memoria de mí
con rosas en la piel
y carne de versos.
Caigo de mí misma.
Conjugo el verbo ser, el verbo amar
y vivo la vida total
como una guerrera,
fiera, callada, poderosa,
de canto errante
a cada lado del brillo, de la lejanía.
Sin nostalgia
sumo unos labios a otros labios
y la flor de la flor queda enlazada
cuando escapo en la llanura del aire
y vuelvo a quedar estrechada
alrededor de mí.
Cercana lejanía
cuando conjugo de nuevo el verbo ser
y siento que podemos tener mil silencios
paralelos
en un brillo inexplicable
sorprendiéndonos la boca.
CABALLOS SALVAJES
Sueñan con la tierra de turquesa pálida,
sueñan con el agua que colma de diamantes,
la sed enloquecida de sus vivos pechos.
Aquella canción que late en sus corazones,
profunda fuente del amor,
donde el destino no está segado ni está perdido,
voz clara en la honda noche y en el ardiente día.
Márgen de sendero pálido que ciñe el campo,
bajo plácidas lunas y cárdenos atardeceres,
cabalgan sobre los apretados ojos de calientes lágrimas,
bocas convulsas donde sangran remordimientos,
de mirar un cielo de añil,
que no ven sus ojos.
Muertos de miseria, exhaustos,
bajo ese sol que desmenuza
párpados cegados por caminos desiertos,
transitan valles, llanos y ríos,
y el canto se hunde en el largo sueño de hermosas venganzas,
abiertas a sus costados,
bajo la tierra donde tiemblan las carnes atribuladas.
El polvo de los senderos con sus brazos extendidos,
turba sus almas, punza sus pechos,
y viste de llagas los surcos labrados con lenguas de bronce,
caminos hechizados de sabios argumentos,
donde la tierra sabrá perdonar,
donde en los bordes del llanto,
el viento esparcirá la palabra,
perfume de cien pomos de olores al vaciarse,
con voz de mujer.
Vicente Prada Gómez
EL DESTINO IMBORRABLE DEL FUTURO
El latido se tornó incierto,
la inquietud de no verte
surgió constante, adulterada,
fácil de localizar.
Las notas encerraban su altura
en la imborrable marca del destino,
el futuro y la nada deambulaban tácitamente
mientras la cobardía rugía en su interior,
con la tenaz fuerza de la locura.
Era una mujer aislada
ennegrecida por la tenue sonrisa de éxito,
saciada, insatisfecha, rauda y siniestra.
Ella es la diosa de las brujas y vive
entre los restos humanos de algunos muertos,
donde urde su mezquindad, su ruina.
Amamantadora de plagas
se desnuda cada vez que despliega su mirada,
sus ojos son la llama del infierno y sus palabras,
dagas que penetran y sangran las páginas de su vida.
Ella que habita el pasado y se excita con el olor a muerte,
me dijo adiós, hace cinco minutos.
Ahora su etéreo cuerpo descansa plácido, para siempre,
el destino imborrable del futuro, la mató.
Magdalena Salamanca
AL COMPÁS DE UNA CIUDAD CON MÚSICA DE TANGO
Buenos Aires
Mojada por argénticos ríos y leche de arrabaleras lunas,
tus penas son de bandoneón y tu Boca destila sus colores de fiesta.
Borges te canta: río de cabellera de fiera embravecida, con olas como el mar.
En Lavalle me espera un patio de butacas para llorar un desamor que nunca padecí.
Tango: Todas las madres son buenas y no hay mujer santa, tango,
hasta los ladrones tienen ascendencia y se tatúa el pecho
con un nombre de flor.
tango de malevos y princesas, de mujeres engañadas por el amor.
Malena camina por tus calles y en Los Inmortales te saluda Gardel.
Los niños nacen con pelota bajo el brazo Y Diego hay uno solo, aunque haya 100.000.
Una anciana clama por sus hijos desaparecidos y una picana triste
descarga en este verso su odio atrabiliario.
Buenos Aires
En menos de tres metros me crucé con ciudadanos de cinco continentes.
Tu nombre sabe a tango, a churrasco con papas, a pizza y a empanadas.
En tu corazón, un macho abraza con el pie enbotinado una farola,
de las tiendas abiertas de Corrientes saltan notas que envuelven y esto,
que no es un tango, hace un giro, un ocho para atrás y muere en este punto.
Alejandra Menassa
“TAN CIEGAMENTE ADICTO A LO QUE ABARCA MI MIRADA”
Tantálico busca el párpado horizonte su descanso
en la ínsula que sumerge húmeda y silente
le lejana mirada donde besar las lágrimas del tiempo
era el único designio.
Tanta sombra en la mágica alfombra de antaño
donde el cíclope, una sola vez,
tocó su frente de espejo y,
fue tal estallido la silueta de cristal
que se hizo noche y vacío.
Ícaro quiso volar, Moisés elegir, la verdad Edipo y
Ariadna unir el recuerdo escrito sobre un hilo de piel.
Soy el laberinto!!!
Soy el laberinto!!!
susurraba el ciego.
Mis manos alumbran murciélagos sin cueva ni destino.
Mi boca cantábrica despliega la noche alveolar en canto.
Mi cintura soporta collares índicos de lujuria, mi odio es rescoldo vivo y,
mis ojos…
ah mis ojos!!!
dos coplas son almendros y lunares.
Carlos Fernández
TAN VIOLENTAS, TAN…
Sombras dibujadas por un fulgor de llamas
cernían los arabescos de una cara bruñida
por el inexorable lamento del hambre que enmudeció su boca.
Su cuerpo habitaba en un páramo donde
violentas bocanadas tragaban la sangre
acumulada en los campos anegados de espanto,
sin magnolios que esparcieran el verdor de un aroma de infancia.
Fugitivo del mundo, ahíto de nada,
solemne, la luz de sus ojos
permanecía tenaz en viejas ilusiones.
Vana esperanza que inundaba la vida,
opacaba el sol de los amaneceres y
convertía el tiempo de lunación
en infinitas máscaras que no sabían
de la penumbra su retorno.
A veces sonreía. Sin fuerzas para agitar al viento
los frágiles huesos que le sostenían
un pequeño gesto falseaba vigorosos juegos
mientras el aire se escapaba de su cuerpo
huyendo del horror que cobijaba.
A veces sonreía, tan sólo un pedazo de pan,
tan sólo una palabra, y sería otra vida.
Pilar Rojas
LECHE Y VINAGRE SERVIDOS
Leche y vinagre servidos
a mi sedienta boca
sin derogación de leyes instantáneas
o desfiles de cuchillos melódicos.
Páginas que como el odio pasan,
agarrando los oscuros
ojos soñadores.
Peligro de no caer
inserviblemente
en la propia mesa como si el pan
no fuera suficiente.
Una moneda despreciada,
incalculable oprobio que olvidaré
cuando todo se extravíe.
Y solo queden otros.
Kepa Ríos Alday
UNOS LABIOS DESHECHOS
Traía la brisa olor a bandoneón,
la salada voz de las lágrimas derramadas
Los gritos de los hambrientos del mundo
Una jaula dorada en el corazón de los muertos de sed
El sonido de la carne podrida
al desgarrarse de unos huesos frescos,
el canto de los buitres reivindicando su bocado.
Traía días, noches,
una estrepitosa colección de siglos para nada
un desierto de sombras de osamentas y arena
unos labios desechos de gritar en silencio
de esta brisa hiriente atada al regreso.
Fabián Menassa de Lucia
AGOTADOS, FELICES, ABRAZADOS A LA NOCHE…
Eran vidas de tiempo partido
pieles alborotadas al viento
por la suavidad del tiempo
por los límites del futuro.
Eran vidas encandiladas
por los olores de la noche
por los temores del pasado
por el último salto al vacío.
Eran noches lejos del puerto
noches entre cielo y mar
noches entregadas a la vida.
Rumbo nocturno en las nubes,
tu vida rozando con su música mi vida
tu corazón esparcido en mil palabras.
Claire Deloupy
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