GRUPO DE POESÍA DE LOS SÁBADOS A LAS 18:00 h
-revista virtual-
COORDINADOR :
MIGUEL OSCAR MENASSA (Candidato al Premio Nobel de Literatura 2010)
NÚMERO 125, 2-11-2013
-revista virtual-
COORDINADOR :
MIGUEL OSCAR MENASSA (Candidato al Premio Nobel de Literatura 2010)
NÚMERO 125, 2-11-2013
Semana
a semana iremos mostrando en este blog el producto del trabajo
realizado en el Grupo de poesía los sábados a las 18:00 h de la
Escuela de Poesía Grupo Cero, coordinado por el poeta Miguel Oscar Menassa
Dibujos: Miguel Oscar Menassa
AQUÍ, EN EL CENTRO
Hubo umbrales, algunos,
donde barajé los cielos míos
y donde descansé los pies hinchados
de caminar sobre el polvo de los
despeñaderos
acompañada por perros de la noche
que me olían
y a los que volvía mi cara
trabajada sin filos de cuchilla
que era sólo el reverso de mi
imagen que insistía
buscando pedazos de tiempo que se
escapaban de mis manos
como se me escapaban los sueños de
los que no podías hablar
para llegar por fin al sueño.
Carnavales lejanos me invitaban
desde ridículas bocas
a lavar una culpa antigua,
sin saber a qué pecado
correspondían las rayas
del cuaderno y que desliz fue la
equivocación primera
que hizo de mi piel un disfraz de
impiedad
que usé con crueldad en el intento
de comerme
algunas almas.
Bancarrota de mis iluminaciones
cielo raso curvado con forma de
paraguas
para atajar mis ojos desorbitados
que no podían disimular
que mi existencia iba a veces más
lejos que mis fuerzas
y que no había árbitro ni arbitrios
que explicasen esas corridas de la
vida
que me empujaban hacia la calle
para lanzar mi aullido de oro,
ese canto de sirenas inaudible que
castiga la noche.
Sin dejar de volar llenaba mis
dedos de deseos
y apoyaba mi cabeza sobre el libro
que todavía no escribí
mientras le preguntaba a la vida
porqué a veces alucinaba
un hilo de sangre corriendo por sus
bordes
como si me ofreciese una herida
fresca
para alentar al cuerpo a que otra
vez florezca
paladeando la sal de esta puntada
aquí, en el centro.
Norma Menassa.
TE BUSCO…
Escucho la
sombra de una voz;
vuela entre las
hojas que escapan del otoño,
yo también deseo
escapar de los fríos días
donde la única
música es mi desesperación.
En esos momentos
me aferro a ti, salgo
de este desgarro
de mi alma,
tomo tu mano y
me dejo llevar
por tu fuerza y
tu piedad.
Quisiera ser
niña o sabia,
papel escrito o
humo donde enjugar
las lágrimas que
atenazan mi voz.
Sonámbula, toco
el vértigo del amor
que se derrama
en estas brumas
que desdibujan
fantasía y realidad.
Mezclo la saliva
de mis besos
con la tinta
donde sangra la palabra,
sello, en el
verso,
la margarita
interminable de mi amor.
Helena Trujillo
NO HAY PALABRAS
No hay palabras que disfracen mi
aliento.
Desde inmemoriales suburbios,
repaso cónclaves interiores
y desaforadas premisas:
no hay palabras si no las
pronuncio.
Desterrada de ingentes pasiones,
expulsada de interminables
vaivenes de la vida,
recupero el aliento de tu voz:
Nada queda si no es dicho,
nada sobrevivirá al tiempo,
a mis huesos raídos,
a mi piel ajada,
a mi alma de animal subterráneo,
si no lo escribo.
Por eso hoy desdeño los disfraces,
y vuelo sobre tu piel
para que esa fuerza nos acompañe.
Carmen Salamanca
HÉRCULES PROFUNDO
Vertiente del rumor
Iluminadas batallas
Recuerdan tu caminar.
Un abandono ante la culpa
Un dolor pronunciado por tu
nombre
Un ardor estático que no sabe.
Un saberse mortal
Que rueda entre nosotros.
Con la muerte enamorada
Nada cabe.
Sólo un rumor
Un hablar sobre ella, no
verdadero
Que siempre pasa a otros.
Yo tuve suerte,
me dijeron.
Enclave silvestre de sal y luna
Un espejo donde mirar las
sombras
retrocede en tu ausencia
como carne desgarrada
como himen fosilizado de locura
que muestra los vestigios
de la razón.
Dictámenes del odio
ennobleciendo los corazones.
Y yo tirada ahí,
Tan estúpida no pude ser
Enamorada del amor
Confiando en los rastros
de la noche
Y su apariencia deliberada
Como plata del escándalo.
Un barniz que devora
nuestros sueños.
Un lugar lejano, justo aquí
entre nosotros.
Caminando con los padres
entre esmeraldas
mi niñez añorada
pidiendo a gritos
el arte de vivir.
La espera continua de las manos
sonando desesperadamente
a menta, de altos helipuertos,
a ráfagas de olores
perfumados,
reptando a los puntos inasibles
de la soledad.
Cada amor
resulta poderoso
cuando eres quien me dicta
el legado de la verdad.
Soy una llamada
que nada sabe de mí
Solo un rubor del fuego
que me quema,
Que arde en la lasitud
de la misericordia
preguntándose por la confusión,
de las apariencias.
¿Cómo pudo pensar en mí
de esa manera?
¿Cómo pudo recordarme
para morir?
El emblema es el oro
el montante de espermas
esperando
El ungüento querido y deseado.
Santos y santas devotamente
envueltos
con torbellinos de duda;
Esqueletos afianzados
con hormigón.
Puede ser que seamos
más de muchos.
Puede ser que poseamos
el universo de las palabras
en un rinconcito
de múltiples recuerdos.
Pero no cantamos ni morimos
somos útiles al bronco
sonido de Dios,
cada cuatro años.
Y, sin embargo,
Sol que nos iluminas
Recto, amor de cadenas abiertas
al infinito
que me claven a la madera
que revienten mis venas de luz
pues soy el esclavo
que te posee
el dueño de la ira que te es
propia.
La pasión de la poesía me
declama
y yo,
máquina infernal,
oficio los misterios poderosos.
Un lenguaje de madreselva
poseyéndome.
Un canto reservado
que, sin embargo,
me estremece.
Pues se hace mío
en la salvedad del beso.
¿De quién soy.
Del salvaje caníbal
que se apodera
del alimento
del alma mía,
O del rugido efímero del orden
amurallado
por el errante
cosmos?
Sencillamente
el esclavo
me oprime
la garganta.
Retuerce con sus manos
el alma que labura.
La suma que se obceca
en pertenecerme
como siendo ajena.
Nada de mí
para mí.
Nada de otros
sobre mi sombra.
Pues mares apacibles
se tumban a mis pies;
oleajes de tierra
cambiando de paisaje.
Castigo
lo que sobra de nosotros
los excesos profundos de mi piel
Hércules
de sol
Iluminando las vertientes de mi
voz.
Mañana
Tu rastro será alto como las
estrellas
Tu canción nuestra fiebre.
Tu fortaleza, el ascua del
hastío
Amor,
Serás el canto desesperado de
las fieras.
Pero hoy,
eres
lo que queda del hombre.
Otro hombre.
Virginia Valdominos
LINDA GOLOSINA
160.
Por momentos, pareciera que la locura se abre paso hacia su fracaso
por
la misma brecha simbólica por donde el poeta y el científico
se
abren paso hacia la cristalización, materialmente objetivable, de sus
tendencias.
¡Linda
golosina le reservaba este siglo al ojo!
Miguel
Oscar Menassa. Aforismos y Decires (1958-2008)
Linda golosina el amor en tus
labios,
soy yo la que me pierdo en el
sueño de tus ojos
y deambulo en prefabricadas palabras
sin sentido.
Soy la que desgarra sus viejas
vestiduras,
la que desea ser la amante
furtiva del tiempo,
mostrar su torso, lienzo de los
encuentros.
Subrayo con hiancias los
epítetos que todavía no te alcanzan,
cruel inocencia que encierra
todos los prejuicios,
infantil tentación de
empequeñecer la belleza de los versos.
Seré el fruto del trabajo del
amor, la laboriosa
combinación donde la luz y el
color
multiplican los orgasmos de mi
verbo.
Helena Trujillo
DESENCUENTRO.
Como incendio mi rubia cabellera
desciende por la espalda
que sostiene las penas y
alegrías con que adorno mi rostro
una sombra se cierne sobre el
lecho dónde espero tu mano
que acaricia y que ablanda la
firmeza de muslos anhelantes.
Siento que te esperaba desde
siglos, que no te esperé nunca
y has llegado y están aún
viajando todavía, sin destino,
tan lejos de mi pecho, tan cerca
de mi herida que te nombra,
que ya no sé si quiero desde
siempre o no quise nunca que llegaras.
Como cincel tu mano moldea mis
sentidos, tornea el cuerpo
que en súbito deshielo hace lago
del lecho que habitamos,
me llamo como tú, y no soy tu
sombra, te llamas como yo:
somos esclavos, buscamos en el
otro la respuesta,
y por más que indagamos, no la
hallamos, porque tú estás al norte
de mi almohada, y yo he roto la
brújula hace tiempo.
Alejandra Menassa
¿SERÁ VERDAD LO QUE ME CONTASTE?
La verdad habla en lo que dices y en lo que callas.
Es lo indecible que te marca con su ritmo como un dolor
antiguo,
como una mujer llorando lo que nunca habrá perdido,
como un mensaje ininterrumpido donde nacerá el silencio.
¿Por qué me dices la verdad para que crea que estás
mintiendo?
¿Acaso la mentira puede nacer lejos del ruido de la
verdad?
No es fácil hablar entre dos bocas cuando los labios
se besan, cuando queda sellado el paso del aullido de la
voz.
Es extraño no poder habitar más este cuerpo,
tener que desprenderse de este nombre que me nombra,
y de todas las edades, también las no alcanzadas.
Es inútil el lamento sin mirada y la contemplación sin
voz,
cuando te escondes tras la solapa del tiempo que se
adhiere
sin irradiar su propia belleza, como apariencia que se
levanta
y se va entre los abismos de la desolación de los
encuentros.
Háblame, miénteme, mi voz sólo vive entre otras voces.
Amelia Díez Cuesta
¿SERÁ VERDAD LO QUE ME CONTASTE?
Me contaste
que la muerte era una puta barata,
que se podía
engañar con unas cuantas monedas.
Que a mí me
querías más que a ninguna,
más que a
tu madre,
más que a tu
propia vida.
Que poco te
importaba el dinero.
Qué nunca,
nunca me olvidarías.
Yo hacía que
te creía.
Apuntaba,
apuntaba sin decir nada:
Puede ser que
la muerte quizás sea una puta
pero no se
deja engañar por cualquiera.
El amor tiene
poca memoria,
los
sentimientos engañan
por mucho
brillo que tengan.
Habré de
trabajar muy fuerte
para ganarme
la vida
y algún
espacio compartido de libertad.
Y para que no
se me secase el alma,
para
enriquecer cada día
empecé a leer
algunos libros de sabios
y escribir
algunos versos
cuando podía.
Claire
Deloupy
¿SERÁ VERDAD LO QUE ME
CONSTASTE?
¿Será verdad este deseo que
utiliza la vía oral para expresar la separación?
Volver es imposible señor juez.
La puntuación nos produce.
Sólo vuelve el futuro, lo
inexorable.
A partir de hoy, acepte en este
instante: aunque madre solo haya una,
el número es infinito,
irracional, natural y quebrado… y solo palabra.
Dos puntitos negros en su
rostro, permiten enumerar los delitos
que la constitución española
señala para todo hijo de vecina
ya sea puta, soltera, casado o
maricón.
El límite, la española es tan
significante como la constitución aunque algunos
confundan la Pepa con el Pepe.
Y más allá de los paranoicos
gobernantes actuales escapando en su mayoría
de los fantasmas de su traición
a lo firmado. Y el inevitable chantaje
de sus propios socios políticos,
sus propios jueces, sus propios tesoreros...
El placer de la venganza y las medidas
legales que nos incitan a probar
quedan para los vengadores que
la historia escrita por los poetas, denunciará.
Notario del delirio, ¿será
verdad lo que me constaste?
El siguiente!
Carlos Fernández
¿ES VERDAD LO QUE ME CONTASTE?
La verdad es un reflejo
que sortea caminos aledaños
y avanza presuntuosa siguiendo
única meta.
Ella se mantiene única, sublime
mas nadie ha podido hallarla.
Danza juguetona y se burla
de corazones añejos, cejas fruncidas
sobre el brillo fatal de la codicia.
Soy verdadero, me dijiste,
amo a Dios por sobre todas las cosas.
Y el Dios eras tú mismo.
Olga de Lucia
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