lunes, 14 de noviembre de 2011

TALLER DE POESÍA GRUPO CERO DE LOS SÁBADOS 12-11-2011


GRUPO DE POESÍA DE LOS SÁBADOS A LAS 18:00 h
-revista virtual-
COORDINADOR :
MIGUEL OSCAR MENASSA (Candidato al Premio Nobel de Literatura 2010)
NÚMERO 85 12- 11-2011
Semana a semana iremos mostrando en este blog el producto del trabajo realizado en el Taller virtual de poesía los sábados a las 18:00 h de la Escuela de Poesía Grupo Cero, coordinado por el poeta Miguel Oscar Menassa


Dibujos: Miguel Oscar Menassa

CUANDO EL CIELO TAMBIÉN OLVIDA

Poema provocado por las elecciones del 20 de noviembre

Una vez más,

el cielo abriría sus fauces,

desde donde ingenios del despropósito

lanzarían sobre nosotros

la maldición del no recuerdo.

A través de incógnitas irreversibles,

nuestra piel iría adquiriendo

tonos de levedad y hastío,

ese matiz impreciso que oscila

entre lo gris y la muerte.

Después, sólo cifras,

datos, escápulas comprometidas

en el sutil arte del descalabro,

esa retorcida pasión que perdura

cuando el cielo también olvida.

Carmen Salamanca

EL DISCRETO FANTASMA DE LA ESTRELLA DIFUNTA

Detrás de tantas cartas que llegaron,

amorosas como el redoble de lluvias

intensas en ciudades con río o mar,

sólo algunas imágenes en tantas estaciones.

La suerte que reclamo por azar furtivo,

vuelve sin avisar en retocadas fotografías remotas

como si quisiera nivelar tiempos bajo la lengua,

más allá del fondo incierto de la calle

y del paisaje extrañamente humano.

Las corrientes misteriosas que llaman recuerdos

suben y bajan mezclando pequeñas historias,

pasiones ilesas en el bravío ángulo de la inocencia crecida.

Conseguí apremiar respuestas

en inéditos mensajes de futuro.

Nada sé.

Escucho balbuceos en desnudos

pegamentos sin costura,

ciñéndome los huesos como presencia amante.

Tampoco concedo tregua.

Atravieso puertas, subo estanterías

de lo que llamo porvenir,

combino recintos como anagramas

alterando el orden previsto.

Tal vez sea el fantasma infiel de rostros esculpidos

en cambiantes nubes que se quiebran

con el olor de la piel de aquellos

para quienes el cielo estaba lejos.

Jaime Kozak

HOY ESTOY VENCIDO, COMO SI SUPERA LA VERDAD

Fernando Pessoa

Todo se pierde en la montaña.

El eco de las risas de una tarde en el café;

los jóvenes compañeros que atraviesan la infancia

a grandes zancadas y se zambullen en la vida;

la calidez de las primeras noches entre sábanas

de noveles parejas con sueños de eternidad.

El verde infinito es roto por ocres ladridos

ante un sol que se esconde tras olvidos de algodón.

Una figura humana rumia, sobre la huérfana roca,

historias caducas en rotos calendarios.

El húmedo hocico resopla junto al amo,

esperan un horizonte mutado por los deseos.

El aliento se espesa, como la sangre

que escruta los huecos presionada por todo lo perdido.

La piel azulada denuncia la glacial espera,

cruje lo hondo acusador y ni nueva bandera

ni vana esperanza alimentan la prórroga castrada.

El viudo se marcha, en su ritmo pausado,

vencido en su solitaria verdad.

Helena Trujillo

DESDE HOY EL INFINITIVO ME LLEVARÁ VOLANDO

Desde hoy el infinitivo me llevará volando

sobre la oscura mancha del mar

donde los muertos quedarán sumergidos

en el hueco de las alas que fingen volar.

Pletóricas constelaciones recorren el cuero de las enciclopedias

que, furtivamente, han conseguido la eternidad.

Los destinos fermentan el recuerdo

como traficantes enmudecidos

por la extravagancia.

Se escribe en las contorsiones del hombre

una fugaz esquirla que amenaza su virtud, su armonía

en fracciones de viento que sentencian el deseo.


Vuelo entre cuerpos

para que el misterio de las almas

impulse mi canto.

Magdalena Salamanca


¿POR QUÉ LAS MUJERES DE MI MISMA EDAD O PARECIDA SIGUEN A MI LADO DESPUÉS DE 40 AÑOS? ¿POR QUÉ LAS MUJERES JÓVENES, 30-40 AÑOS MÁS JÓVENES QUE YO, ESTÁN A MI LADO?

Porque Menassa envía ondas desde hace más de cuarenta años. Rescatemos algunas:

“Las mujeres, casi todas, lo dicen: hay personas que envían ondas y hay personas que no envían nada. Las dos son personas, pero ellas siempre se acuerdan de las que envían ondas. Y el estado contrata a las que no envían nada”.

“Toda mujer ha de tener su nombre propio en varios productos de su trabajo y, si no, no será, exactamente, una mujer. Si, además, le sobra algún dinero de lo que gana con su trabajo puede, también, dejar de ser una mujer cuando se le ocurra”

Partir de estos aforismos, para desplegar la pregunta es “entre tantas una manera de comenzar” Soy un grupo y todo en el exacto borde del abismo. Y está sucediendo allí donde el significante grupo representa a la mujer para la escritura. Historia de soledades compartidas, cifras a favor de Ella, algo así como: “la verdadera libertad para una revista de poesía acontece cuando se publican 500.000 ejemplares por mes y se distribuyen eficazmente”.

El poeta reconoce a todo soldado, sea de la edad que la piel diga y Ella sabe que “una vez acabadas las cuentas, entra en juego el cuerpo, la muerte, el goce”. Tal vez por eso, las mujeres estudian la escritura de Menassa, están alimentando la voracidad del poeta y “cuando la mujer desea, todo es correcto”.

Hablar, leer, escribir y amar es un hecho posible para la mujer después de la escucha poética y la interpretación psicoanalítica que declara desde el principio el autor de La Mujer y Yo: “puedo estar contento de haberla conocido, algo de ella he recibido, algo le he dado”

Tal vez su oficio de morir, su poeta condenado, sus sentimientos desparramados, tal vez la poesía en castellano, cual preciso y melodioso instrumento de conocimiento, se detuvo en sus manos “como en un desierto perdido, buscando afanosamente lo que no puede ser encontrado en un desierto” y eso permite que la mujer escriba los mitos del futuro. “Mujer dejo en tus labios diosa de deseos el movimiento sideral, perenne de mi voz”

Y si después de 40 años siguen a su lado es porque hace 50 de la publicación de su primer libro. Menassa leyó a Freud en brazos de la poesía, tal vez por eso declara: “cuando ella me besaba, en realidad besaba la imagen que yo proyectaba, amándome, sobre ella”

Tal vez mujeres 40 años más jóvenes que él, desean en el proyecto grupal, un viaje nunca permitido por los modelos ideológicos del estado y esperando, haciendo como que espera, escribe: “He viajado. He viajado, hombre de piel como palabras, he viajado por lo que queda del alma y no estoy de acuerdo”

Tal vez por dejar crecer a su alrededor: músicos, pintores, poetas, cantantes, actores, directores y otros artistas, tal vez por entendido en catástrofes, tal vez por sentirse grande e ingenuo a la vez, tal vez su maestría “el hombre es otra mentira de la palabra” exportó de Buenos Aires el diamante de la sustitución para que en España la poesía del tango y el flamenco bailaran. Nos dice: “detuve su infatigable locura, toda locura entre mis letras. Al tembloroso, avergonzado sexo, le agregamos torrentes, cataratas. Ella existe, ha nacido en mis versos. Poesía de fuego, donde el dragón es ella y la palabra”.

Reconociendo la inteligencia del maestro en su pregunta, donde “juventud y vejez son dos argucias de los sistemas del Estado moderno” podemos cantar que “más allá no hay, por eso vivo donde vivo” y como “el silencio de los pueblos es el comienzo de su propia destrucción” podemos afirmar que la pregunta surtió su efecto “siempre tuve que ver con mujeres extranjeras, hasta vos fuiste para mí una mujer extranjera. Yo había nacido en medio del asfalto, vos habías nacido en medio de la pampa. Yo era un hombre, vos eras una mujer, siempre fuimos extranjeros a todo”

La obra de éste autor es lo suficientemente amplia para hablar de algunos miles de páginas publicadas, casi cincuenta libros publicados, y en todos ellos estudia, trabaja y escribe de la mujer. Después de tanto silencio, tantos siglos de significante silenciado, por fin un poeta psicoanalista anuda desde Marx, con Freud para todas las mujeres que nos habitan, las tesis para estudiar y trabajar la salud, la educación y la cultura en la vieja Europa, desde la juventud de España.

Carlos Fernández

NOSOTROS VEMOS LA CREACIÓN COMO HOMBRES;

DIOS, SÓLO COMO DIOS

de Dámaso Alonso

Agua y cristal reflejan, en azul metálico,

el invierno caracol de la endolinfa escuchando

en dirección al desértico cerebro

las nubes aleteando en el párpado algodón del sueño.

Hubo un viento padre que

quiso comprar alondras para el cenáculo de su jardín

mil y una alondras, se dijo, cual techo de plumas protegiendo

el espacio aéreo del señor tiempo,

pero entonces y escuchad con atención:

la guerra decreto desierto todo anhelo

los nidos fueron envenenados, por fin hubo paz celestial,

y total silencio, silencio….¡¡silencio!!

Después vino el turno de las flores

todos los amores se marchitaron y con la estaca de matar animales

inventó el fuego y con el tizón de la noche pintó sobre las

piedras los primeros templos donde susurrar algunos tormentos.

Llegaron los monstruos con mil y una cabezas de misil venganza.

y un hongo del tamaño de un tenor, gritó furioso su infierno

rostro frente al espejo del lago donde se baña la tropa del oro

negro en la retina del silencio, pasa el señor del silencio

¡¡silencio!!.

Carlos Fernández

EN LO MÁS PELIGROSO DEL AMOR

Enrique Molina

Es un rescate lo que nos aplaca sobre la roca

el escalofrío nos nombra

para comprobar la certeza del palpito.

Amar, e irremediablemente se convoca

la promesa de una alquimia inicial

y desnudos, como dos fantasmas

buscando su castillo

caemos en derredor del cadalso,

primer triunfo de la ley del visionario.

Y con un pie fuera, se resbala el amor,

con el paso, se juntan puertas,

se comprende a borbotones la fiebre

del vacío menor que cumple la sentencia

para volver en los ojos del abismo.

Y después, con las juntas derrotadas,

las cifras embalsamando el peso de la esperanza,

el pie hace su escenario y deposita, aún sin templo,

las cariátides, hondos hombros para la mirada futura.

Ahora muy cerca, abrazando el temblor,

corriendo en la corriente,

revelamos la extensión

del calor de un engranaje.

Clémence Loonis


¿Porqué mujeres de mi misma edad o parecido siguen a mi lado después de 40 años? ¿Porqué las mujeres jóvenes 30 o 40 años menores que yo están a mi lado?

Si no está entre estas dos preguntas y tiene la edad, no se preocupe, puede estarlo, ya que de lo que se trata es del trabajo que supone ganar el derecho a estar junto a Menassa, que en definidas cuentas, no es exactamente un hombre sino una escritura, un ser femenino que permite el goce, el amor; un ser masculino que nos facilita la conversión hacia el mundo con trabajo, ya que fuera del control, algo del mundo habremos de dominar para poder estar en él, más allá, que no quiere decir sin ellos, de los parámetros primitivamente establecidos por la familia y el estado.

Si estudia usted en Grupo Cero y no tiene la edad convenida en estas dos preguntas, podría ser por un lado que usted aún no ha aceptado los años que religiosamente han acontecido sobre el tiempo, o sencillamente, que no se ha dado cuenta, aún, de los años que religiosamente han acontecido sobre su alma, anticipándose incluso a los del tiempo, pero sin una antología de letras que la sostenga. En todo caso, déjeme decirle que algún deseo ha acontecido en su vida y no fue precisamente en soledad, sino por permanecer, que podría ir paralelo al ganar sino confundiera usted los términos y el usufructo.

Menassa lleva su escritura a la carne de la mujer, y eso lo convierte en un ideal, que más que envidiado, debería ser deseado, que quiere decir: transformación de la propia vida. Pero si usted lo envidia, no pasa nada, mientras continúe escribiendo, tal vez temer las posibilidades que de reconocer a un maestro se desprenden para la mujer que aún no fue, a pesar de las certezas del desarrollo, no es una justificación de nuestra razón todopoderosa, sino un anquilosamiento infantil.

Haber permanecido al lado de Menassa es haber transformado la propia vida, y esto aún no es ni mucho menos suficiente para calmar el hambre en una institución cultural y psicoanalítica como Grupo Cero, posiblemente como solo Grupo Cero, que es capaz de utilizar la energía de los celos, de la envidia, del narcisismo, por un proyecto social sostenido por el deseo grupal, que si se creen que es sinónimo del propio deseo están efectivamente equivocados y algo solos.

No podemos dejar de vivir cuando nunca estuvimos vivos, y si es así, tampoco podremos la escritura. Permanecer también significa repetir, no por el goce que pensamos que nos permitía la acción, sino por el goce que resultaba de la acción. Un trabajo sobre la incertidumbre para poder lo que se creyó la mujer que no podía, que no le correspondía, que no soportaba. Pero, ¿y si fuera por todo esto y por nada de esto?, y si fuera por el dinero que soporta, y si fuera porque acierta con nuestras fantasías, y si fuera por su impresionante escritura, y si fuera por las mujeres de su misma edad o parecido que hace precisamente 40 años que permitió que le acompañaran, y si fuera por las mujeres jóvenes que permite que le acompañen...

Susana Lorente

“PORQUE ¿QUÉ ANSÍA UN HOMBRE SINO SOBREPUJAR UNA COSTUMBRE LLENA DE POLVO Y TEDIO?”

E.Molina

Advertí en tus ojos la eterna ceremonia
de la sopa humeante y el frío de tus labios
desprendiendo de ti el horizonte.

Apenas el roce de la piel,
la inquebrantable sombra del olvido.

Pasión archivada,
desdibujada noria de recuerdos sin rostro.

Desliz estampado en tu cuerpo
como marca de una ley que rige,

indescifrable, los encuentros.

Cruz González Cardeñosa

VAN PASANDO MUJERES

I

Poblaron el horizonte

criollo-americano,

tachonando el suelo

de cruces ignoradas.

Doña “Vito” del Chacho,

la “Tigra” de Varela,

y esa pasión imposible

de Facundo, la “Severa”.

Mujeres de acero

que compartieron todo,

con sus hombres:

desde la tierna luz

del azahar ,

hasta la dura suerte

del campo de batalla.

Expirando el XX

fueron pasando mujeres

de coraje ,facón ,amor,

mate y guitarra.

II

Tañido melancólico

de campanas,

congojas de invierno

el xx

imperceptiblemente

resbala en las eras.

Pasan mujeres,

desde hace cinco décadas.

¡Cuántas!

Maestras,

políticas, locutoras,

escritoras, científicas.

Mujeres que curan,

que crean, que inventan.

Mujeres, mujeres,

mujeres...

Siento

el rumor del verso…

El tercer milenio

espera expectante, inquieto,

cada día son más las mujeres

rasgando la tierra

con sus poemas.

Rosalba Pelle Mancuso

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