lunes, 13 de junio de 2011

TALLER DE POESIA SÁBADOS. 11-06-2011





GRUPO DE POESÍA DE LOS SÁBADOS A LAS 18:00 h
-revista virtual-
COORDINADOR :
MIGUEL OSCAR MENASSA (Candidato al Premio Nobel de Literatura 2010)
NÚMERO - 76- 11/06/11
Semana a semana iremos mostrando en este blog el producto del trabajo realizado en el Taller virtual de poesía los sábados a las 18:00 h de la Escuela de Poesía Grupo Cero, coordinado por el poeta Miguel Oscar Menassa


Dibujos de Miguel Oscar Menassa



POEMA PARA SER BAILADO

Cuando la mañana

vacía su luz de escenario

el tiempo la piel te adorna.

Mueve el molinero sus brazos

y argamasa el milagro:

mezclando harina con agua

crujen los cuerpos dorados.

Cuando la tarde llega

baila tu cadera de ánfora

regando de flores la sombra.

Fluye amor de cada fuente

cuando el hambre y la sed

me condenan a pan y agua,

verte solamente tras las rejas.

Cuando la noche

retira su luz del escenario

el tiempo la piel te adorna.

Carlos Fernández

FUI DE COMPRAS CON MAMÁ

Con nueve años

el diábolo y la peonza giraban en mis manos

como las estrellas sobre un catalejo de papel,

los cuentos de aventura y un disfraz de indio

para festejar con mis amigos el final de curso

dibujaban en cada escaparate, el vaho de la ilusión.

Todo era espejo, magia y ficción,

hasta una madrugada

en que mis piernas se cubrieron

cual delantal de terciopelo y la calle exclamó:

¡con edad de trabajar, pantalones largos debe usar!

En cuatro caminos, frente a los billares,

me probé con cinturón negro un gris marengo,

a un centímetro del tacón,

todo el porvenir de frente y de perfil.

Fui de compras con mamá

ella pernera estrecha, yo campana.

Carlos Fernández




POEMA PARA SER BAILADO


I


Nenúfares sonoros en tus pasos,


pisa estas palabras por bailar.


Holla las acres tablas silenciosas,


imprímeles tu acento, tu compás...



¡Baila, pez como una lengua


desatada y loca!



II


Pisa lo dicho por el suelo,


el polvo tendido del caballo ebrio,


que alfombrase el hielo


con su manojo de crines violetas.


Pisa la palabra firme y la huera


baldosa donde falla el crucigrama.


Alza tu recia inteligencia,


la mutua sonrisa de la danza.


Dale tus piernas al baile...


que te llamas, que te llamas a gritos


de agua saltarina.


Da tus piernas al torrente


desbocado de la danza.


Tu cuerpo, como herido


de vida... baila.



II


Que bailes en mis brazos,


quiero que bailes en mis ojos,


en mis piernas y mi boca.



Quiero bailar contigo


una noche al dia,


una pierna a la otra,


un poema al mundo


para ser bailado ahora.



Kepa Ríos Alday




POEMA PARA SER BAILADO


Es majestuoso el porte, seguro el paso,
ese beso en la frente hace nacer la rosa,
su mano en la cintura, timón de mando,
solo una cosa quiere saber la hermosa.



Si él ha marcado el paso para otras damas,
si rozó con sus labios otros rocíos,
si despertó en sus brazos a la alborada,
y el clavel y la espada fueron sus ríos.



Él le dice que hay otras con su mirada,
ancho mar navegable se torna el pecho,
y entre ellos la distancia se hace olvido.


El vals suena infinito, suela con suela,
intimidad del paso, tremola el viento,
ella llora despacio, él la consuela.


Alejandra Menassa



POEMA PARA SER BAILADO



¿Sabrán de nosotros si bailamos


como tumultos en la arena


cual caminantes ciegos por el polvo


de estrellas caídas con el paso?



Vinimos de la nada


y ahora vencemos al olvido


detrás de las panteras


que devoran el alma.



Soñamos extranjeras cítaras


de risas y de gloria


y sostuvimos con el cuerpo


el verdadero cuerpo de las rosas,


encanto del dinero


volviéndose hacia Dios.



Sinónimos de un viento


que detiene en nosotros


una luz, sin destino.



Virginia Valdominos



POEMA PARA SER BAILADO



Esta noche, la gota de arena es tu sangre de clepsidra


clamando por nuestra madrugada.


Intentan tus manos rotar el universo,


como un pájaro en sombra retorciendo sus alas


para bañarse con el vapor de ceniza


que tiñe el rincón de la llegada astral de la luna.


Allí, se te declara la guitarra


celosa del vuelo que te permite el canto,


y vibra abandonándose entre melancólica y feliz


para alcanzar algún rasgo de tu gesto.


Ay, celosa, celosa de la voz que hace de tu cuerpo


la plasticidad de la nota ingobernada,


del que hace de su elixir un cáliz en la mirada del infinito,


indicándonos como ha de vivirse la juventud.



Susana Lorente Gómez



POEMA PARA SER BAILADO



Escucho tu voz.


Descubro movimientos


que sugieren las letras


y bailo a su compás.



Besos


volando al ritmo de la brisa,



campos de amapolas


sugiriendo la danza,



uvas


pisadas por tus pies


con la delicadeza del baile


despiertan los sentidos


dando paso al amor.



Cruz González Cardeñosa



POEMA PARA SER BAILADO



Nací, hace mucho, bailando.


Con un salto entré al mundo.


“¡Qué ranita tan fea!” dijo mi padre.


“Así se habla… “dijo mi madre.



Empecé el colegio bailando.


¡ Qué gusto daba aprender!


adivinar de los libros los secretos,


juntar las letras y las palabras.



Entre lágrimas, pero bailando, me fui al exilio.


¡Qué lejos quedaron mis amigos, lejos la infancia!


La adolescencia fue más infierno que paraíso.


Pero, por supuesto, seguía bailando y bailando.



La familia, he de decirlo, me pesaba como una losa.


“Culito de mal asiento” me llamaban entonces.


Quise conocer del mundo todos los sabores


Así que de puntillas, un día, partí bailando.



Pero el mundo no estaba tan lejos.


En los libros me estaba esperando,


en la vida cotidiana del trabajo,


en el baile intenso de los días.



Así que sigo bailando


de un libro a otro libro


de una página blanca a otra


a ritmo de vals o de fandango.



Y cuando me toque bailar el último baile


bailándolo bien bailadito hasta el final viviré


y a mi gente querida, a mis amores les diré:


“Valió la pena, queridos. ¡Que me quiten lo bailado!”



Claire Deloupy

POEMA PARA SER BAILADO

Como hojas desplazadas por un soplo de ángel
girando gracilmente al compás del poema
cruzabas el aire, ora violenta,
ora suave, abarcando tu mirada el horizonte.

Sonidos de maderas crujiendo humanamente
bajo tus pies ligeros,
transmitiendo al cuerpo ese temblor
que irradia un alma, una pasión.

Belleza de la voz y de lo dicho
acunan la flamenca danza,
alabanza del amor, espejismo del amor,
arte, derrocando algarabía sobre la vasta tierra.

Olga de Lucia



POEMA PARA SER BAILADO



Con los ojos abiertos, sin saber,


me quedaba mirando la rama engalanada con la flor del manzano


que blanca como la nieve y tan juntas perfumaban el aire.



Había un olor a incendios juveniles saliendo de tus labios


cuando la luz atravesaba el mediodía y todo era un latido acelerado.



La rama se doblaba con el viento


Y la flor del manzano me miraba estremecida


al tiempo que caían pétalos a mis pies de pájaro inventado


como cae un vestido sin edad desafiando al silencio.




Dame tu fruto, dame, que le daré algún nombre que rime con recuerdo.



Algún verano desplomado por la naturalidad del tiempo


Hablará en voz muy baja del calor de los cuerpos


Y pronto se escuchará el ruido torrencial de algún coche rasgando la penumbra.



La noche brotando de la bruma se hará azul blanca


y volverá aquel perfume salpicado de humo estrellándose en los muros


piedras sobre piedras, amparando soledades humanas.



Una semilla de vida desparramada dormirá en la espesura al borde de los sueños


y será cruel el campo desvastado.


Se irán los pájaros del bosque en busca de comida


y yo te pediré como en un canto:


Dame tu fruto, dame, que le daré algún nombre que rime con recuerdo.


Norma Menassa



POEMA PARA SER BAILADO




Debías nacer


y fuiste escrito.



Deseabas experimentar la carne


y fuiste vivido.



Querías viajar por el aire


y fuiste recitado.



Tenías que perdurar en el tiempo


y fuiste publicado.



Añorabas un cuerpo


y fuiste filmado.



Ahora necesitas vibrar...


eres un poema para ser bailado.



Carmen Salamanca



poema para ser bailado



Entre tus pies y tus manos,


como una soga en el aire,


tu cuerpo ata el tiempo


a su compás de sangre.



Voluta que se diluye


con su retórica de saltos.


Carne erguida sobre la piel que sangra,


sonoras palmas marcan tu fermentada llama.



No se ciega la sonrisa en tu cara,


no se diluye la juventud en tu danza.



Vacía de ti,


algoritmo central de la palabra,


bailas al ritmo de las olas


como un mar que te reclama.



Ruy Henríquez



POEMA PARA SER BAILADO




En las bambalinas apelan las sedas del frente.


Esta respuesta que atraviesa el movimiento,


rueda sobre tu corazón, tierra de sol infinita.



Cotidiana, la letra baila al aire libre,


mira embellecida por las aldeas


y canta sobre nosotros a golpe de tutela.



Hay un ave para el desembarque


una humedad herida avanza cada vez


y reina la procesión de la danza.



Puede la noria revolver lo bello


pronunciar el amor sin contenido


brotar en el mapa, tiempo y mano.




Clémence Loonis




POEMA PARA SER BAILADO



Que baile contigo,


que baile.


Taconear,


contornear la cintura,


manos y brazos pidiendo.


que te ame y que te mate.



Que baile esa canción que recitas,


que baile esa canción en el poema,


que baile


dejando un mensaje


pasajero del tiempo


que no regresará.



Así somos tu y yo.


Tu que te quedas


por los siglos de los siglos


y yo que paso


dejando a veces


una simple estela,


una profunda huella


o ,aparentemente ,nada de la nada.



Canción de ancestrales días


que viene y que va…


Y te bailo


danza silenciosa


estruendosa danza universal.



Rosalba



POEMA PARA SER BAILADO



Tienen tus ojos una canción


para bailarla en la madrugada.


La luna blanca te mira


como caballo que galopa


sin rumbo en la noche.



Desplomada y desnuda


dibuja la luna de costado


tus pies bailando sobre la arena,


tus manos suspirando por un amor


y tu cuerpo brotando como una rosa


para el mundo en cada nota.



Tienen tus ojos una canción


agarrada a la cintura,


estribillo de mar,


voces de pasión


sin soledad, ni descanso.


Galopa un caballo en la madrugada.


Mónica López Bordón




POEMA PARA SER BAILADO


El batir de las palmas ilumina la noche,


hondo taconeo marcando el tiempo.



Baila, dulce maga del destierro,


anuncia con tus manos el llamado del cuerpo.



Atraviesa la mirada,


haz nacer la música, borra el silencio.



Corteja las curvas de la guitarra,


enamórala de misterios.



Hechízala con tus manos,


puebla con tu cintura el desierto.



Clava tus pies desnudos,


abre mi pecho muerto.



Escucha el palpitar del verbo,


bautiza de cenizas los recuerdos.



Rompe el futuro incierto,


resucita a los muertos.



Helena Trujillo




POEMA PARA SER BAILADO


Se cruzan nuestras miradas


en un cantar de rituales


girando en los siglos


arrojados al fuego del alma


al levantar la noche.



Movimiento


acorralado en los sonidos del día,


encadenado vientre


rendido en el canto de la carne.



Cuerpo acompasado


en las palabras.


Viento que siembra el ocaso


en el llanto de esta danza.



Soledad Caballero Castro




A MI MADRE



Recuerdo hechos nunca vividos,


intensamente sobre tierras


que se derriten en sus espaldas.



¿Quién era la hermosa extranjera?



Acaso, busco una pareja de águilas


en mi memoria traspuesta


bajo umbrales del equinoccio


saboreando esquinas perdidas.



¿Quién no era la que descendía


de tumultos sagrados a orillas


de algún famoso río


donde buscaba su imagen mi leyenda?



Mi atención vagabunda merodea


viejos criados de mi infancia


en geografías hostiles


al movimiento de la sangre


y la sombra de los abuelos.



Los muros de ágata pulida en besos,


su mirada silenciosa me transportan


a una niña perdida entre escombros,


huyendo de perros fieles


denunciando su belleza.



Los archivos aparecen


con el sabor de asilos perdidos


en encajes de oro viejo.



En el recuerdo,


brújulas y cartas marinas


embistieron su pequeño cuerpo y moría.




Jaime Kozak




POEMA PARA SER BAILADO


Se han cerrado para siempre


las puertas que nunca se han abierto,


se han cerrado las bocas


que amaron el silencio sobre las palabras,


y el baile rompe distancias y colofones.



Pisa sin contemplaciones los pasos imposibles,


vuelve tus ojos hasta los confines de tu cuerpo,


toma con tus manos otras manos y baila


como si fuera como nunca y para siempre.



Brusquedades marítimas se esconden en los pliegues


de tus labios sellados, de tus manos aisladas,


suelta las amarras y navega hacia un abismo


donde todo es comienzo y luz sin destino.


Amelia Díez Cuesta



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