GRUPO DE POESÍA DE LOS SÁBADOS A LAS 18:00 h
-revista virtual-
COORDINADOR :
MIGUEL OSCAR MENASSA (Candidato al Premio Nobel de Literatura 2010)
NÚMERO 91, 06- 10-2012
Semana a semana iremos mostrando en este blog el producto del trabajo realizado en el Taller virtual de poesía los sábados a las 18:00 h de la Escuela de Poesía Grupo Cero, coordinado por el poeta Miguel Oscar Menassa
-revista virtual-
COORDINADOR :
MIGUEL OSCAR MENASSA (Candidato al Premio Nobel de Literatura 2010)
NÚMERO 91, 06- 10-2012
Semana a semana iremos mostrando en este blog el producto del trabajo realizado en el Taller virtual de poesía los sábados a las 18:00 h de la Escuela de Poesía Grupo Cero, coordinado por el poeta Miguel Oscar Menassa
Dibujos: Miguel Oscar Menassa
LO QUE LO SOCIAL PRODUJO EN EL GRUPO CERO.
LO QUE LO SOCIAL PRODUJO EN EL GRUPO CERO.
LO SOCIAL ME PRODUJO
Un fantasma recorre la vieja Europa
Tiene el color del
viento
Su ritmo sabe a tango y a Gardel
Un jardín florecido en plena decadencia
Parecen fotografías coloreadas
Bajo el blanco y negro de una polaroid antigua
Si me detengo en el puente de piedra
O en la autopista acelerada
Unas frases me sostienen
Pura somnolencia acariciada por el porvenir
Soy feliz de solo escribirlo
Y me gusta que el lenguaje juegue
Sea goce, frente a las cosas serias y duras de la vida
Otra vida son las palabras
El ancho río de la vida
Con sus innumerables voces proletarias
Obreras del verbo caminante.
Paola Duchên
LO SOCIAL ME PRODUJO
“El conjunto de mis
relaciones sociales determina mi posición en el sistema”
Leyendo a
Miguel Oscar Menassa
Niego delante del pelotón mi ausencia
les dejo a los pies de la tapia mi sombra abatida de pólvora
me llevo la mirada de vuestros fusiles sin sangre
y más alto que la munición vuelo con el disfraz del pueblo
como esos pájaros asustados del estruendo.
Las amenazas de madera clavadas en la pared
huyeron con el cuaderno de aritmética en las alforjas,
un abecedario y el viejo mapa en el gabán del volver
con los recuerdos de plomo en la cincha.
Después de la guerra, todo fue bastante peor, aún busco
libros de la época donde poder leer…
pongo un diptongo en el saludo y azúcar negra
al sonar los tres puntos suspensivos del intervalo:
-Señor Fernández? le esperan en el salón junto al piano
la santa inquisición, un puñado de uniformes y un tambor.
Todo es sueño, la batalla final nace perdida,
sin embargo mis manos como las hélices del helicóptero pueden
enviar reactores de tres sílabas como la tilde del sable en la nieve
al contar entorno a la hoguera
la última voz que escuchara abuelo: ¡¡fuego!!.
Carlos Fernández
LO SOCIAL ME PRODUJO...
Barro la casa con esmero
ya que de un momento a otro viene el inspector.
Los muebles en la subasta pública
y la televisión que la tuve que devolver antes de que llegara,
el salón queda un poco maltrecho, pero no creo que
el hombre venga con mala fe y a lo mejor le gusta el reloj de cuco
y con ese dinero tendríamos para comer el próximo mes.
Acerco mi rostro al nuevo día y lo veo amanecer
los hijos duermen, tranquilos,
aún les queda mucho por crecer.
Cruz González Cardeñosa
LO SOCIAL ME
PRODUJO…
Rotos todos
los barómetros,
descompuestas
las medidas
y a punto de
fermentar la furia social,
algunos,
persiguen ideales
que se
propagan a gran velocidad
como si los
altos mandos hubieran lanzado
virus mediáticos
que contaminen,
mortalmente,
la mirada.
El amor,
queda prohibido para los ojos infectados.
Huésped de la
soledad más cruel,
roído hasta
las vísceras, aunque aún enaltecido,
por el odio y
la indignación,
el pueblo, se
despliega con hambre de siete días,
inundando las
calles más históricas,
como
marabunta que muere
abatida por
la destrucción,
aniquilante,
del fuego.
Él, arde por
el dolor de las fuerzas
implantadas
por el orden,
consume el
hálito que durante siglos
ha guardado
impunemente,
junto con el
preciado oro,
vertido en
las alcantarillas
de las
llamadas arcas del estado.
Este áspid
social
ha descendido
de las más altas cumbres
y nos
acompaña con tenaz persistencia
al malogrado
quehacer diario,
para que el
desánimo se consuele
con la venta
masiva de alguna vacuna.
Doctor
¡vacune el alma del pueblo!
Deme una
sesión más.
Magdalena
Salamanca
LO SOCIAL ME PRODUJO…
Lo social me produjo…y me sedujo imperativamente
cual hombre moderno o mujer enamorada.
Noticias sin dueño acallaron el ruido del silencio,
nadie existía más que alguno ni menos que ninguno.
Igualados por el significante se puso a punto la existencia,
era necesario que sólo uno existiera y no demasiado.
La polución intelectual derrotada por el saber
derrochó conocimientos contra las paredes del alma,
que, sin saber cómo, había dejado de existir.
Detengo mi mano impropia sobre las luces del siglo,
martillo sin voz, consuelo sin llanto, máscara prohibida.
Embargados por el miedo, cegados por las promesas,
vivimos como flor sin color, como latido inalcanzable.
Vagido sin veneno y sin sexo, lejano y enraizado en su centro,
lágrima sin rostro, me llama desde el espanto
y desde aquella huída que acontece sin dejar rastro.
Cual un destino de hilo me impuso ser brebaje y lluvia,
deseo sin encuentro, luz maldecida y secular silencio.
Ha llegado el psicoanálisis y ha hablado,
desde entonces habitamos el lenguaje
y el goce es permanente.
Amelia Díez Cuesta
LO SOCIAL ME PRODUJO
Fue en la mina donde nació el vacío
que conforma mis iris,
ese negro del carbón en mi mirada,
donde un minero sueña con el cielo.
Fue en el puerto, marineros rezando
para ahuyentar a la tormenta,
donde mis ojos tomaron este verdor
de mohos en la quilla.
Fue en la fábrica, turbinas y
misterios tornándose materia
revivida por la mano del hombre y
su trabajo, donde nació mi aliento.
¿Quién declina su comunión con la mundana
Historia?,
¿Cómo decir: “Yo amo” sin recordar
a Dante y su Beatriz
a Petrarca y su Laura y tantas
otras historias sobre el papel bordadas?…
¿Cómo hablar del deseo sin que
resuene el tambor del psicoanálisis?
¿Y sin Eddison como inventar un sol
para la noche?
Me proclamo ciudadana del tiempo,
alícuota de la humana masa.
Astilla de lo social, mi alma,
tallada por el verso,
enlaza porvenires con pretéritos.
Bendigo el lenguaje y su legado de
estrellas.
Alejandra Menassa de Lucia
LO SOCIAL ME PRODUJO
“ Soy un hombre/Nací hace 50000 años/ y tengo derecho a la palabra.”
M.O.M.
Un
verso vuela al alba,
salta
la muralla del sentido.
Palabras
que ruedan
más
allá de la noche
más
allá del cuerpo que
sostienen su vuelo.
No
pertenecen a nadie
ni
a las manos que pulsaron cada una de sus letras
ni
al oído que escucha su canto.
Vuelan
más allá de sus propias alas,
acechan la ignorancia.
Un
verso acribilla la razón,
atornilla
la mirada extraviada del idiota,
endulza la agonía del que vivió sin ninguna
esperanza.
Un
verso puede partirte la vida,
pulular
en tus huesos,
amaestrar la locura…
Los
versos desafían el tiempo
atenazan la muerte.
Claire Deloupy
LOS DÍAS ACTUALES
Los días actuales
son tenues oídos
alejando alas silenciosas.
Atónito me asomo a flancos abismales,
aligero materia pesada,
la realidad muestra identidades ocultas.
Rondo la belleza, y a veces,
confundo delirios de estrellas
con apartadas lejanías.
Y, aunque metan la mano
en cavidades del hambre,
el abismo, tendrá otra vez
vibrantes magnitudes,
la inmensidad florece en sus heridas.
Si lo partimos
y levantamos en cada mano una mitad,
en sus arcanos la vida vuelve a comenzar.
Cuando nos intentan destruir,
junto al salitre y gotas sucias en cisternas
ocultas,
preguntamos a gritos:
¿Pediremos que nos rescaten?
Y nos responden: No nos gusta, pero haremos
lo mejor.
Una de las dos Españas ha de helarnos el
corazón.
Convocamos desde sombríos sótanos de muerte,
trincheras del verso
en figuras detalladas por el desgaste
persistente.
En el nombre del trabajo partimos estas
rocas,
volvemos al pan en la lengua de pueblos
hambrientos de montaraz elegías.
Y, aunque filtremos dolores en organillos
moribundos,
pan se llaman los idiomas fuertes,
el destierro que canta
y los policromadores de sonidos.
Las voces despiertan funerales
invocando la soberbia de palabras,
casi olvidadas,
preludiando responsos
y poetas sumergidos en tinieblas,
cáusticas banderas
construyendo grandezas.
Invocación del viento,
danza de lluvia
y el sexo del sol.
Jaime
Kozak
LO SOCIAL ME PRODUJO
Sueños inmemoriales del que se sabiéndolo, se guarece.
Miro a mi alrededor. Lo social es un nido de víboras que se
enrosca en mis sueños. Me indica tumultos insondables al precio de un amigo y
el camino del oro.
Me habla de la bilis del tesoro pero a mí solo me interesa
el amor.
Me levanto y el amanecer me enviste con su lujo de cristal.
Me dice que las almas se rompen. No queda cielo, colisionó con nuestros ojos y
espera una mirada que recupere el brillo. Prevalece el encuentro con las
sombras y ahora el otro me induce el tiempo que se deshilacha.
No me quedo con nada. Ni lo mío me pertenece, son solo
palabras que lo social produjo y yo un grito en ellas.
Tiro del hilo. La cuenta atrás se perdió. Carcajadas de
áridos colores me quiebran, mas sigo perfumado.
Soy un fruto de la pasión. El rayo que retrae las sombras es
níquel de la rajadura, y navegando con los capitanes nada sabe del mar.
Vendrá la guerra y habrá que luchar.
Vendrá el amor y habrá que producirlo como me produjo la
constelación.
Soy un híbrido del lenguaje. El cuerpo amigo del poeta en la
bella Sofía, llena de piojos.
Virginia Valdominos
LO SOCIAL ME PRODUCE…
Desperezo mi cuerpo, una última mirada en el espejo,
y sonrío porque no quiero flores hermosas que me condenen,
porque hay algo en el rumor que quiebra mi ventana
que conduce mis pasos a una calle repleta de otros cuerpos
que sostienen mi sombra.
La mañana es hermosa para caminar entre humanos,
me detengo en un banco de la calle, a la sombra de un libro,
paso pausadamente mis ojos por las letras
porque no quiero trashojar esos papeles,
huellas indelebles que construyeron el mundo,
quiero que sus palabras sean carne que recubra mis huesos,
nervios que rijan mis movimientos, palabras en mi voz.
Pilar Rojas
LO SOCIAL ME PRODUJO
Ok, trataré al viento como un empujón
a sus silabas rebeldes como tartufo.
Que revele la sustancia agridulce
Que siembre sobre mi brazo
la plenitud de un día de trabajo.
Quiza haya luz encorbándose
o será tu nombre que vuelve
porque ha incluido una estrofa más,
otra caída en el blanco
Palpito, sé que el juego
es tu piel contra la mía,
un espacio para adivinar lo trazado
Si siento la cabeza
con su arsenal de combinaciones
sentar a su lado almas diversas
no será vana cuclía
Dibujo lazos
veo llegadas y apetitos
bailes aleteando gargantas
es un artificio del fuego
lo que me manda a regar
con la constancia de un alfabeto
un cuerpo extinguiendo los lamentos.
Clémence Loonis
LO SOCIAL ME PRODUJO...
Consternación al ver una constelación de famélicos ciudadanos
condenados a sufrir mansamente el castigo de una realidad
que auguraba la exterminación.
Tristeza por este tranvía sin Norte
que avanza arrasando la cultura,
racionaliza la salud, fustiga el libre pensamiento.
Rencor por la pérdida de conquistas conseguidas.
Por la ignominia de los políticos que, abusando de su poder,
se olvidan que por encima de un ciudadano hay un hombre
Olga de Lucia
LO SOCIAL ME PRODUJO
Lo social me produjo impotencia,
desazón,
sombras del pasado que regresan.
Todo se posa en el nombre,
entinta la boca
con escalpelo de alta complejidad,
afila huellas transitadas,
bombas redoblantes, caos,
y los huesos cada vez más
inclinados a la tierra.
Los hechos desvisten todo oropel,
penetran a cada poro de la piel.
Al dolor le cava gritos que desgarra,
mueca espectral.
Un ejército de palabras
se amarran a mi cintura,
de rodillas, con el corazón desnudo.
Rosalba Pelle
LO SOCIAL ME
PRODUJO
Recibo al
tiempo, al espacio con su duplicado en el espejo,
acepto sus manos
calientes en mi rostro de metal,
alcalino de las
noches, de recuerdos transeúntes,
forajidos de los
largos días de niñez en que nada moría.
Tu piel tatuada
en mi dedo canta al trueno,
se estremece la
calle con la música de un rugir salvaje
de miles de
poetas,
una voz moviendo
tronos podridos, secando la hiedra enmohecida,
agujereando
vírgenes en la sombra del altar de los oráculos
que nos auguran
nuestras rodillas desnudas en medio del pedregal
y el nudo del
estómago sostenido por dos puntas de flecha en nuestras bocas,
y el grito de la
alegría enfrascado para no escuchar al que pare una ilusión,
o al que planta
una rosa fresca en su jardín,
aunque ustedes la
vean, y se regocijen, y su vida sea otra al ver su sonrisa,
la escucha donde
despierta vuestro deseo abandonado al obnubilado aburrimiento.
Saltando todos
juntos caerán monedas de oro de sus bolsillos,
bolsas cosidas
de rezos y bendiciones junto al péndulo monumental de la impotencia,
como robaron al
pueblo lo que era del pueblo,
con sus libros,
su música, y los telones de cada morada levantado la vista
a la fiesta de
dulces quesos y grillos enamorados del movimiento de la hoja,
con su ceguera
iluminada por nuestro manto de ternura, en sus ojos despiadados.
Susana Lorente
NUNCA SERE LIBRE
Huellas
imperceptibles, lejanas al tiempo,
donde las
lágrimas bajaban de los árboles
hasta mis
pies,
para tocar la
piel de mis ensueños,
encadenan los
pasos
hacia el sitio
oculto del guerrero muerto.
Nunca seré
libre, y sin embargo,
busco el
origen de lo incierto,
lo sin
motivos, la voz
de las
apariencias,
a dios mismo,
marcando con
su magia
la ruta de lo
que al final
son mis
sueños, sin yo saberlo.
Si pudiera elegir,
eligiría no tener tanta libertad
entre mis
horas.
Saber que no
seré libre,
alegra todo lo
que fluye
amablemente
sin mí.
Lucía Serrano
Lo social me produjo sin medida
con media vida a medias y la otra media
también a medias. Me produjeron así
las medias sociales de seda porque
el sexo no está entre las piernas...
está entre medias, entre lo que transije
entre las partes opuestas y enfrentadas.
Los partos opuestos a la muerte,
los puestos aparte de la vida...
me produjo el señor cura con su media
sonrisa de sotana nueva, socialmente gastada
de tantos hijos.
Kepa Ríos Alday
LO SOCIAL ME PRODUJO
Fuimos ese silencio inicial y doloroso que precede a las tormentas.
Tacto sonoro, golpe que en la matriz despierta los sentidos,
algo en mí se desgarró como una herida
dejando abiertas sus honduras.
Vociferantes como una plaza en el fragor del mediodía,
se alzaron nuestras voces tan plácidas,
habituadas al curso detenido de la historia y a sus mansas aguas.
Había que actuar, lanzarse a la carrera,
dejar al desnudo la cabeza bajo la canícula
de esta larga travesía tan parecida a la pobreza.
Fueron largos años en los que ningún dios,
salvo las piedras, titanes detenidos en su furia desierta,
nos hablaba de cerca, en el abismo mismo de la oreja.
Un empujón, una mano que a mi mano se aferraba,
una palabra que en mi propia voz se enredaba,
pez que en su noble red quedaba atrapado,
fui salvado del naufragio, de la muerte y su materia.
Moisés de bíblicas leyendas,
héroe de su propio curso,
puedo decir ahora “lo social me produjo”.
Ruy Henríquez
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