-revista virtual-
COORDINADOR :
MIGUEL OSCAR MENASSA (Candidato al Premio Nobel de Literatura 2010)
NÚMERO - 76- 11/06/11
Semana a semana iremos mostrando en este blog el producto del trabajo realizado en el Taller virtual de poesía los sábados a las 18:00 h de la Escuela de Poesía Grupo Cero, coordinado por el poeta Miguel Oscar Menassa
POEMA PARA SER BAILADO
Cuando la mañana
vacía su luz de escenario
el tiempo la piel te adorna.
Mueve el molinero sus brazos
y argamasa el milagro:
mezclando harina con agua
crujen los cuerpos dorados.
Cuando la tarde llega
baila tu cadera de ánfora
regando de flores la sombra.
Fluye amor de cada fuente
cuando el hambre y la sed
me condenan a pan y agua,
verte solamente tras las rejas.
Cuando la noche
retira su luz del escenario
el tiempo la piel te adorna.
Carlos Fernández
FUI DE COMPRAS CON MAMÁ
Con nueve años
el diábolo y la peonza giraban en mis manos
como las estrellas sobre un catalejo de papel,
los cuentos de aventura y un disfraz de indio
para festejar con mis amigos el final de curso
dibujaban en cada escaparate, el vaho de la ilusión.
Todo era espejo, magia y ficción,
hasta una madrugada
en que mis piernas se cubrieron
cual delantal de terciopelo y la calle exclamó:
¡con edad de trabajar, pantalones largos debe usar!
En cuatro caminos, frente a los billares,
me probé con cinturón negro un gris marengo,
a un centímetro del tacón,
todo el porvenir de frente y de perfil.
Fui de compras con mamá
ella pernera estrecha, yo campana.
Carlos Fernández
POEMA PARA SER BAILADO
I
Nenúfares sonoros en tus pasos,
pisa estas palabras por bailar.
Holla las acres tablas silenciosas,
imprímeles tu acento, tu compás...
¡Baila, pez como una lengua
desatada y loca!
II
Pisa lo dicho por el suelo,
el polvo tendido del caballo ebrio,
que alfombrase el hielo
con su manojo de crines violetas.
Pisa la palabra firme y la huera
baldosa donde falla el crucigrama.
Alza tu recia inteligencia,
la mutua sonrisa de la danza.
Dale tus piernas al baile...
que te llamas, que te llamas a gritos
de agua saltarina.
Da tus piernas al torrente
desbocado de la danza.
Tu cuerpo, como herido
de vida... baila.
II
Que bailes en mis brazos,
quiero que bailes en mis ojos,
en mis piernas y mi boca.
Quiero bailar contigo
una noche al dia,
una pierna a la otra,
un poema al mundo
para ser bailado ahora.
Kepa Ríos Alday
POEMA PARA SER BAILADO
Es majestuoso el porte, seguro el paso,
ese beso en la frente hace nacer la rosa,
su mano en la cintura, timón de mando,
solo una cosa quiere saber la hermosa.
Si él ha marcado el paso para otras damas,
si rozó con sus labios otros rocíos,
si despertó en sus brazos a la alborada,
y el clavel y la espada fueron sus ríos.
Él le dice que hay otras con su mirada,
ancho mar navegable se torna el pecho,
y entre ellos la distancia se hace olvido.
El vals suena infinito, suela con suela,
intimidad del paso, tremola el viento,
ella llora despacio, él la consuela.
Alejandra Menassa
POEMA PARA SER BAILADO
¿Sabrán de nosotros si bailamos
como tumultos en la arena
cual caminantes ciegos por el polvo
de estrellas caídas con el paso?
Vinimos de la nada
y ahora vencemos al olvido
detrás de las panteras
que devoran el alma.
Soñamos extranjeras cítaras
de risas y de gloria
y sostuvimos con el cuerpo
el verdadero cuerpo de las rosas,
encanto del dinero
volviéndose hacia Dios.
Sinónimos de un viento
que detiene en nosotros
una luz, sin destino.
Virginia Valdominos
POEMA PARA SER BAILADO
Esta noche, la gota de arena es tu sangre de clepsidra
clamando por nuestra madrugada.
Intentan tus manos rotar el universo,
como un pájaro en sombra retorciendo sus alas
para bañarse con el vapor de ceniza
que tiñe el rincón de la llegada astral de la luna.
Allí, se te declara la guitarra
celosa del vuelo que te permite el canto,
y vibra abandonándose entre melancólica y feliz
para alcanzar algún rasgo de tu gesto.
Ay, celosa, celosa de la voz que hace de tu cuerpo
la plasticidad de la nota ingobernada,
del que hace de su elixir un cáliz en la mirada del infinito,
indicándonos como ha de vivirse la juventud.
Susana Lorente Gómez
POEMA PARA SER BAILADO
Escucho tu voz.
Descubro movimientos
que sugieren las letras
y bailo a su compás.
Besos
volando al ritmo de la brisa,
campos de amapolas
sugiriendo la danza,
uvas
pisadas por tus pies
con la delicadeza del baile
despiertan los sentidos
dando paso al amor.
Cruz González Cardeñosa
Nací, hace mucho, bailando.
Con un salto entré al mundo.
“¡Qué ranita tan fea!” dijo mi padre.
“Así se habla… “dijo mi madre.
Empecé el colegio bailando.
¡ Qué gusto daba aprender!
adivinar de los libros los secretos,
juntar las letras y las palabras.
Entre lágrimas, pero bailando, me fui al exilio.
¡Qué lejos quedaron mis amigos, lejos la infancia!
La adolescencia fue más infierno que paraíso.
Pero, por supuesto, seguía bailando y bailando.
La familia, he de decirlo, me pesaba como una losa.
“Culito de mal asiento” me llamaban entonces.
Quise conocer del mundo todos los sabores
Así que de puntillas, un día, partí bailando.
Pero el mundo no estaba tan lejos.
En los libros me estaba esperando,
en la vida cotidiana del trabajo,
en el baile intenso de los días.
Así que sigo bailando
de un libro a otro libro
de una página blanca a otra
a ritmo de vals o de fandango.
Y cuando me toque bailar el último baile
bailándolo bien bailadito hasta el final viviré
y a mi gente querida, a mis amores les diré:
“Valió la pena, queridos. ¡Que me quiten lo bailado!”
Claire Deloupy
POEMA PARA SER BAILADOComo hojas desplazadas por un soplo de ángel
girando gracilmente al compás del poema
cruzabas el aire, ora violenta,
ora suave, abarcando tu mirada el horizonte.
Sonidos de maderas crujiendo humanamente
bajo tus pies ligeros,
transmitiendo al cuerpo ese temblor
que irradia un alma, una pasión.
Belleza de la voz y de lo dicho
acunan la flamenca danza,
alabanza del amor, espejismo del amor,
arte, derrocando algarabía sobre la vasta tierra.
Olga de Lucia
POEMA PARA SER BAILADO
Con los ojos abiertos, sin saber,
me quedaba mirando la rama engalanada con la flor del manzano
que blanca como la nieve y tan juntas perfumaban el aire.
Había un olor a incendios juveniles saliendo de tus labios
cuando la luz atravesaba el mediodía y todo era un latido acelerado.
La rama se doblaba con el viento
Y la flor del manzano me miraba estremecida
al tiempo que caían pétalos a mis pies de pájaro inventado
como cae un vestido sin edad desafiando al silencio.
Dame tu fruto, dame, que le daré algún nombre que rime con recuerdo.
Algún verano desplomado por la naturalidad del tiempo
Hablará en voz muy baja del calor de los cuerpos
Y pronto se escuchará el ruido torrencial de algún coche rasgando la penumbra.
La noche brotando de la bruma se hará azul blanca
y volverá aquel perfume salpicado de humo estrellándose en los muros
piedras sobre piedras, amparando soledades humanas.
Una semilla de vida desparramada dormirá en la espesura al borde de los sueños
y será cruel el campo desvastado.
Se irán los pájaros del bosque en busca de comida
y yo te pediré como en un canto:
Dame tu fruto, dame, que le daré algún nombre que rime con recuerdo.
Norma Menassa
POEMA PARA SER BAILADO
Debías nacer
y fuiste escrito.
Deseabas experimentar la carne
y fuiste vivido.
Querías viajar por el aire
y fuiste recitado.
Tenías que perdurar en el tiempo
y fuiste publicado.
Añorabas un cuerpo
y fuiste filmado.
Ahora necesitas vibrar...
eres un poema para ser bailado.
Carmen Salamanca
poema para ser bailado
Entre tus pies y tus manos,
como una soga en el aire,
tu cuerpo ata el tiempo
a su compás de sangre.
Voluta que se diluye
con su retórica de saltos.
Carne erguida sobre la piel que sangra,
sonoras palmas marcan tu fermentada llama.
No se ciega la sonrisa en tu cara,
no se diluye la juventud en tu danza.
Vacía de ti,
algoritmo central de la palabra,
bailas al ritmo de las olas
como un mar que te reclama.
Ruy Henríquez
En las bambalinas apelan las sedas del frente.
Esta respuesta que atraviesa el movimiento,
rueda sobre tu corazón, tierra de sol infinita.
Cotidiana, la letra baila al aire libre,
mira embellecida por las aldeas
y canta sobre nosotros a golpe de tutela.
Hay un ave para el desembarque
una humedad herida avanza cada vez
y reina la procesión de la danza.
Puede la noria revolver lo bello
pronunciar el amor sin contenido
brotar en el mapa, tiempo y mano.
Clémence Loonis
Que baile contigo,
que baile.
Taconear,
contornear la cintura,
manos y brazos pidiendo.
que te ame y que te mate.
Que baile esa canción que recitas,
que baile esa canción en el poema,
que baile
dejando un mensaje
pasajero del tiempo
que no regresará.
Así somos tu y yo.
Tu que te quedas
por los siglos de los siglos
y yo que paso
dejando a veces
una simple estela,
una profunda huella
o ,aparentemente ,nada de la nada.
Canción de ancestrales días
que viene y que va…
Y te bailo
danza silenciosa
estruendosa danza universal.
Rosalba
POEMA PARA SER BAILADO
Tienen tus ojos una canción
para bailarla en la madrugada.
La luna blanca te mira
como caballo que galopa
sin rumbo en la noche.
Desplomada y desnuda
dibuja la luna de costado
tus pies bailando sobre la arena,
tus manos suspirando por un amor
y tu cuerpo brotando como una rosa
para el mundo en cada nota.
Tienen tus ojos una canción
agarrada a la cintura,
estribillo de mar,
voces de pasión
sin soledad, ni descanso.
Galopa un caballo en la madrugada.
Mónica López Bordón
POEMA PARA SER BAILADO
El batir de las palmas ilumina la noche,
hondo taconeo marcando el tiempo.
Baila, dulce maga del destierro,
anuncia con tus manos el llamado del cuerpo.
Atraviesa la mirada,
haz nacer la música, borra el silencio.
Corteja las curvas de la guitarra,
enamórala de misterios.
Hechízala con tus manos,
puebla con tu cintura el desierto.
Clava tus pies desnudos,
abre mi pecho muerto.
Escucha el palpitar del verbo,
bautiza de cenizas los recuerdos.
Rompe el futuro incierto,
resucita a los muertos.
Helena Trujillo
POEMA PARA SER BAILADO
Se cruzan nuestras miradas
en un cantar de rituales
girando en los siglos
arrojados al fuego del alma
al levantar la noche.
Movimiento
acorralado en los sonidos del día,
encadenado vientre
rendido en el canto de la carne.
Cuerpo acompasado
en las palabras.
Viento que siembra el ocaso
en el llanto de esta danza.
Soledad Caballero Castro
A MI MADRE
Recuerdo hechos nunca vividos,
intensamente sobre tierras
que se derriten en sus espaldas.
¿Quién era la hermosa extranjera?
Acaso, busco una pareja de águilas
en mi memoria traspuesta
bajo umbrales del equinoccio
saboreando esquinas perdidas.
¿Quién no era la que descendía
de tumultos sagrados a orillas
de algún famoso río
donde buscaba su imagen mi leyenda?
Mi atención vagabunda merodea
viejos criados de mi infancia
en geografías hostiles
al movimiento de la sangre
y la sombra de los abuelos.
Los muros de ágata pulida en besos,
su mirada silenciosa me transportan
a una niña perdida entre escombros,
huyendo de perros fieles
denunciando su belleza.
Los archivos aparecen
con el sabor de asilos perdidos
en encajes de oro viejo.
En el recuerdo,
brújulas y cartas marinas
embistieron su pequeño cuerpo y moría.
Jaime Kozak
POEMA PARA SER BAILADO
Se han cerrado para siempre
las puertas que nunca se han abierto,
se han cerrado las bocas
que amaron el silencio sobre las palabras,
y el baile rompe distancias y colofones.
Pisa sin contemplaciones los pasos imposibles,
vuelve tus ojos hasta los confines de tu cuerpo,
toma con tus manos otras manos y baila
como si fuera como nunca y para siempre.
Brusquedades marítimas se esconden en los pliegues
de tus labios sellados, de tus manos aisladas,
suelta las amarras y navega hacia un abismo
donde todo es comienzo y luz sin destino.
Amelia Díez Cuesta
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