-revista virtual-
COORDINADOR :
MIGUEL OSCAR MENASSA (Candidato al Premio Nobel de Literatura 2010)
NÚMERO - 64- 12/02/11
Semana a semana iremos mostrando en este blog el producto del trabajo realizado en el Taller virtual de poesía los sábados a las 18:00 h de la Escuela de Poesía Grupo Cero, coordinado por el poeta Miguel Oscar Menassa
POEMA DE AMOR
III
Sacudo la nostalgia de los bolsillos
y dejo que caigan sobre la cama
papeles y sonrisas
y por qué no
alguna que otra caricia, algunas palabras.
Deslizo en tus labios la sombra de mi sombra
y nos reímos y me preguntas si te amo
y yo me escabullo entre las hojas del otoño
y te digo, saltando sobre el tiempo: sí, te amo.
Cruz González Cardeñosa
POEMA DE AMOR
Sobre el blanco oropel de tus pestañas
clarea una luz pidiendo al horizonte
ampliarse en las distancias.
No dudo que tu pie de terciopelo
niegue al camino su ópalo oscuro
dibujando en el cielo su tamaño.
Pero gimen en tu cuerpo los ciervos
presintiendo en su llanto su salario.
Bosques temporales del hombre,
se abrieron en tus trémulas manos.
Eras una mujer preguntando
a la muerte por su signo.
Ruy Henríquez
INTERIOR
Cuando te despiertas
alrededor de mi amor,
grata esperanza,
dulce viento de condición.
Veo las primeras transparencias,
el eclipse blanco
donde nos damos, sin pedazos,
un festejo de días exiliados,
promesas sin devolución.
Abrir futuros en tus brazos,
ese inalcanzable
que recorro en tu mirada.
Salta, amor, de nuestra avalancha,
muerde la profundidad del silencio.
Suelta mi mujer,
es un rayo de cabeza.
Clémence Loonis
PASIÓN
Toro azabache, sangrante pasión la del amor.
Crueles embestidas contenidas en verónicas,
suerte de desencuentros sobre el albero.
Irresistibles pases de pecho rozando la muerte,
quedamos expuestos a una titánica lucha donde no habrá vencedor.
Imposible fusión, cuerpos que rezuman fluidos corporales,
hombre y animal vestidos de luces en el juego del amor.
Cegados por el miedo, bailamos este sueño embriagador,
conteniendo con abrazos y banderillas el fuego de la locura,
jadeantes en la extensión de la plaza
sólo separados por la distancia del acero mortal.
Ceremonioso final, el frío se inunda de rojo sangrante
y confundidos, un volcán abre su cráter incandescente
destruyendo la comunión del amor.
Helena Trujillo
POEMA DE AMOR
Abducida por la furia de tu sexo
hice y deshice la condena por la piel,
rescaté, animosamente, mi locura
y, ciega de amor, despelleje el rencor
para entrever entre nosotros
la custodia y el desvelo.
Nupcial como el crepúsculo
se colorearon entre mis dedos
el amianto y la perturbación de la tierra.
Desdichada como el aljibe,
rota en fragmentos de hielo,
enmascaré las fibras del odio
y entonces, pude amarte.
Sí, te ame como serpiente acuífera,
arrastrando mi cuerpo sobre el fondo
de las aguas turbulentas del sentido.
Desiguales, las sinuosas piedras
acariciaban el tejido diamantino
del último filo de la piel,
que no se hiere con tu fuerza.
Envoltura final,
acerqué mi boca a tu virtud,
y cerré los ojos
para seguir nadando.
Magdalena Salamanca
YO SOY LA LUZ II
De rodillas,
libraré airada esa mirada tuya,
que camina en los ojos perfumados
de la roca bajo la llave en flor.
El viento en su caja de solsticio victorioso,
como luces de otoño empapadas de alegría
miente a las estrellas con su nombre apagado.
Y en la cutícula del sueño, siempre tú,
volcán inacabado como las frutas aplastadas
por un cielo manchado de ironía.
Un pájaro de sombra posado en mis ojos
con su pico de rueda, sin olvido.
Virginia Valdominos
NO ME EQUIVOCO, VIENTO
-Poema de amor-
No me equivoco, viento.
Te comparto como una dulce almendra.
Antípodas del deseo ciñen tu pecho.
Murmullo azul de las últimas dunas
te anticipo en las arenas movedizas del tiempo.
Anhelo tus estuarios
tus puentes colgados
tus locuras lejanas.
Tomo aliento sobre la pendiente del volcán.
Va escaseando el aire,
el vidrio petrifica sus ausencias.
¡Oh! ciudad sitiada por sus propios rumores
pájaro de silencios prolongados
el amanecer espera en vano tu canto.
Claire Deloupy
POEMA DE AMOR
Ella siempre decía que lo amaba
cuando estaba con él
o fuera, lejos de él.
Aunque amarlo era un temblor
que sentía en su presencia.
Frente a él los límites crecían
las riberas se alejaban
el mar se retorcía a sus espaldas.
Ella amaba lo que le sucedía
con él, con otros...
Era amistosa y alegre
agradecida a su vida simple
de mujer con un destino.
Amaba el amor y su tacto
lleno de murmullos.
Bebía de esa fuente,
era la savia de su aliento,
su perfume personal
los olores del viento.
María Chévez
No es un juego la poesía,
dicen mis mayores,
soy afortunado!!
no es un juego escribir
lo que no es fácil decir al amor que te acompaña, cada jornada,
apretando los dientes
para el mentón izar al paso del quiero nada y pongo
nada me llevo y meto, nada puede dios y sin embargo…
tus ojos de lumbre nocturna,
ese crepitar de astillas mis huesos
resurgiendo del lodo cual volcán milenario de soberbia templanza
esperando nada, barrizal, piedras y olvido
la fórmula secreta
para escribir un poema de amor.
POEMA DE AMOR IV
Intuyendo posibles desvíos,
me precipito
al caudal de tus ojos
mientras entre mis manos
emerge una futura alianza.
Sin despuntar el alma,
rauda y dispuesta,
apreso este instante
y comienzo a volar.
Carmen Salamanca
TU CUERPO ES EL AMOR.
Tus palabras hacen saltar mis médulas.
Recorro los arroyos de tus piernas
en busca del Dorado.
Trenzas leguas de espanto en mi cintura.
Buceadora de mares imposibles,
mi boca abre silencios de tu piel.
Tus manos hábiles descifran
idiomas de mi ausencia.
Mis imposibles caricias multiplican
el oxígeno en tu pecho.
Es vertical el odio en tus pupilas. Un hijo del amor.
Haces nacer ojos de miel en mis espaldas.
Amo de ti ese aire que tu figura desaloja,
tu voz como un arrullo para dormir al sol.
Tu cuerpo multiplica los espacios.
Abre las zonas clausuradas,
amplía el horizonte de mi Goce.
Tu cuerpo: abecedario de los poetas:
la A de Aleixandre centellea en tu mirada,
LA B de Baudelaire hace alto en tus axilas,
la H de Huidobro surca el estrecho de tus ingles,
La O de Orozco revoluciona la quietud de tu sexo.
Tu cuerpo es el amor.
Alejandra Menassa
POEMA DE AMOR
Están los árboles como vueltos,
despidiéndose. Un extraño fagot
ha cantado con todo su cuerpo.
En vez del estruendo
de negros robles desplomándose,
o el dulce sigilo de la brisa
acariciando ramajes;
llega a nuestros oídos
la infinita música del habla;
un sonido feliz de palabras
tocantes
a la inédita piel
que nos concierne.
Llegan tus manos rectas,
homólogas, inaugurando
conversaciones.
O aquel color súbito
que bañó tus mejillas,
con forma
de sonrisa inmemorial.
Se han marchado los árboles
y hemos cantado alegremente,
con un color fuerte y rojo:
Blanco de nosotros creado.
Kepa Ríos Alday
EN SU INTENTO DE LLEGAR AL CIELO
En su intento de llegar al cielo,
inasequibles y prometedoras,
encorvadas y sublimes en su torpeza,
fantasmagóricas y tuertas
las palmeras retozan ansiosas,
velando y desvelando ondulantes
el brillo de las plañideras
en su potencia de fervor de muerte
que contagia a los incautos de felicidad.
Las rocas seguían hundiéndose en el orbe,
y ellas cantando y callando
frunciendo y gozando
el alarido de la bestia sangrante,
el intervalo sin rumbo ni contenido
del vacío pestilente en la nariz del exánime.
La carne almidonada retrasa el cloqueo
del sismo, y cantan y fruncen,
y gozan y sangran en su retozo de virgen tuerta,
inhuman astilla meditabunda en las oquedades
donde pulsa la cosa epicúrea su humanidad.
Susana Lorente Gómez
POEMA DE AMOR
Amor que lates fuera de todo cauce
Sinergia que ruedas sin destinatario
Brumas de tedio y de silencio
Canto que nace en cada corazón
Llama que no se enciende ni se apaga
cruza sigilosa bajo la nostalgia
y sobre los cuerpos abruptos y tiernos
sin dejar rastro y sin caer en el olvido.
Arden sin llegar a ser fuego
esas manos que detienen sus pasos,
esa mañana que nunca se recuerda,
esa ambición de morir en sus labios.
Oh, amor detrás del que todos corren
cuando no se lo conoce, y todos huyen
cuando prueban su sabor a tierra,
cuando sueñan que nunca despertaran.
Amelia Díez Cuesta
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