-revista virtual-
COORDINADOR :
MIGUEL OSCAR MENASSA (Candidato al Premio Nobel de Literatura 2010)
NÚMERO - 56- 13/11/10
Semana a semana iremos mostrando en este blog el producto del trabajo realizado en el Taller virtual de poesía los sábados a las 18:00 h de la Escuela de Poesía Grupo Cero, coordinado por el poeta Miguel Oscar Menassa
LO QUE LAS PALABRAS SE DICEN ENTRE SÍ
(M.O.M.)
Tensar el diapasón, disparar sonidos comprendidos
en el espectro que perturba nuestro tiempo
dibujar grafías a granel, dejar hacer a las palabras
venidas del silencio,
sorber el elixir de los versos
que atraviesan las barreras de los días.
Darle alas a la monotonía
Abdicar de destinos y conjuros
Cuidar la débil fibra que une a la vida
resistir con nuestro pulso al insobornable
latido que viene de la selva.
Encerrarse a solas con la página,
Dejarse balbucear.
Olga de Lucia
SENCILLAMENTE
Sencillamente, como se quiebra en la montaña
la singular vértebra del aire,
la arboladura tremenda de su espalda,
así se abre en mis dominios
los oscuros tremedales,
las negras magnitudes de inhóspitos pantanos,
la selva primigenia que sufre en los caudales
un dolor antiguo tatuado en sus orillas.
Con la naturalidad que tienen
las palabras pronunciadas entre todos,
bosque sinuoso, océano de verdes circunloquios,
con sus ramajes poblados de arduos renglones
escritos en sus hojas de áspides corolas,
así me avengo a tus ríos subterráneos,
a tu sangre de siglos,
al tremendo torrente de tus voces.
Porque soy yo, poesía, arcilla moldeable,
dúctil materia, gris ceniza que se esparce
en la blanca planicie de una página que cae.
Ruy Henríquez
CUERPO Y ALMA
¿Cómo si ya fuiste arde aún esta pasión?
Pasión que ha de doler como clavo incrustado en la pared!
Lágrima escondida que en todo ojo existe,
fulgor que ahoga su enérgica blancura
en la fragilidad del aroma del aguacero.
Un aire melancólico agita los cabellos,
acaricia los latidos del corazón,
y marca los movimientos de lejanas latitudes,
estremecidos encuentros entre los pliegues del amor.
Cuerpos herméticos,
parecidos al mar
cuando amenaza con zozobrar sobre la tierra,
toda cordura.
Oquedad, donde poder arrancar un sonido a la muerte.
Vuelo rasante de una hoja de ébano,
cuya secreta memoria,
en medio del silencio,
desliza el reflejo de la luna,
sobre la eternidad de un hondo quebranto,
gemidos, suspiros, congojas…
hendidura abismal entre cuerpo y alma.
¿A DÓNDE IRÁN JILGUEROS Y TURPIALES?
A donde irán jilgueros y turpiales
mi corazón se encumbra en lutos y escombreras.
El rey se abate y lo lee entre las sombras
sacudido por risas y albatros.
La ráfaga voraz asilvestrada por dulces mocetones
oscurece los ojos para siempre,
de los que corrían al despiste.
El canto del jilguero agiliza las sombras
Y el viento alado
abofetea mis lúgubres resortes
Para no decir jamás.
¿Cómo acallar al hombre que nunca estuvo?
A donde irán jilgueros y turpiales
la voz lleva mi nombre.
Y las risas vociferan las veladas
de escarnio y espavientos
armadas de mentiras.
Un niño calma su sed
Una madre sacude sus vergüenzas frente al niño
Y un hombre cojo y ciego busca a su pobre madre muerta
Entre los siglos.
Los muertos siempre yacen boca arriba, grita el pequeño.
Las mujeres duermen de lado,
para parir un sueño hacia el futuro.
Y el niño vive en la escombrera, en el desorden de las flores deshechas
Por la ráfaga triste, y el mendigo ileso y sofocado,
con manos deformes inconclusas y vacías,
lo acuna.
Soy ese niño estúpido
que pasa las balas por su frente
para que lo amen en libertad
mientras, el perro ladra desnudo
su última victoria.
Virginia Valdominos
OJOS DE MAGNOLIA FRAGMENTADA
Hoy me pesa la realidad.
Sobre mi espalda,
siento los besos que no me han dado.
Esta canción que vuela, tiene el perfume
de las espinas clavadas entre los dedos.
Sutil baraja de lunas, ensueño de otros cielos,
te recuerdo con tus plumas de ángel,
abierta sonrisa, insistiendo con tu dicha,
abrigando deseos.
Si tu pie fuera ligero, no sentiría su ausencia
y sin embargo, amo de ti esa sombra que se tiñe
de amarillo lóbrego lamentando su torpeza.
Son las seis y diez, tu último beso
me recordó canarios con sus flautas,
hirvanando crepúsculo, pero tus pestañas...
Su caída late sobre mi frente,
porque esta vez no habrá cópula sobre el mar,
aunque llame la luz...
Tu sien plateada llena de dulces promesas
son lágrimas de mañana, silenciosas
como el gesto de una madre dormida
y sin embargo, ese fulgor opalino...
Quiero quedarme sobre tu corazón palpitante
de esperanza y lluvia, porque este otoño invita a despedidas,
cuando mis cadenas de seda desnuda,
venzan tu seno lleno de guirnaldas
y tu cabello sea un brutal vaivén del viento entre mis dedos.
Entonces, apoyaré mis labios sobre el latir de la tierra
y tus ojos cansados habrán encontrado en mi
el pulmón donde respirar descansa.
Miguel Martínez Fondón
NO TENGAS PIEDAD
A su santidad el Papa
Para no abandonarme, me colgué los versos
como lianas para avanzar la vida,
por los confines de un logaritmo planetario;
muerto de ausencias, esquiva de ternura.
¡No tengas piedad! No llores los desplantes,
sacia con la sangre del olivo la furia de tu sed.
No me pidas que ciegue mis ojos con ignorancia
o que dedique mis horas al amor sin más.
Pídeme la terquedad insidiosa del otoño
los tonos de la templanza dibujados en sus hojas
la rapidez y la calma de mis manos recorriendo,
sin nostalgia, la tenaz sombra del poema.
Una mujer cristianamente despreciada
TENGO EL ALMA PEGADA A LAS PESTAÑAS
Lavo mi cara
como si una lluvia intensa
lavara la cara del mundo.
Si me negué a la cobardía
fue de casual encuentro con la muerte,
ya que tengo el alma pegada a las pestañas
y me palpita el gentío en la garganta.
Unos dientes afilados me dan caza.
¿En cual rayo de luz me voy a sublevar?
si solo hablo con el polvo de mi casa.
Qué importa que todo cambie
si el amor sigue siendo carne,
aquel gesto devorado por los lobos.
Manuel Menassa
ESPERAR FELIZ
Esperar feliz como un reloj
la incierta aparición de la noche,
el lento deceso del amor.
Esperar con hermosos brazos
la llegada del otoño, el blanco
verano donde la luz
queme nuestros labios.
Quiero esperar así,
como si mis pensamientos
fueran cosas de la vida,
del tiempo...
EN EL INFINITO NOS ENCONTRAREMOS
Se deshace en mis manos, blandamente
la herrumbre de tus poetas.
La lectura vence la resistencia de mi tallo,
y crece en mis entrañas atroz vacío
que no ha de ser colmado.
Salto hacia el futuro,
desenterrando ausencias,
huyendo del recuerdo.
Signo con mis letras tu memoria.
Atravieso ignotas oquedades.
Me multiplico: fructífero polen
de los versos.
En el infinito nos encontraremos,
desbordando tu miel tinajas de mi hastío.
Me deslumbro a la luz de tu milagro.
Nazco entre tus letras, poesía.
Alejandra Menassa de Lucia
PÁJAROS DE ALA INVERSA
¿Dónde está mi vida, di?
Pedro Salinas
Todo estuvo bien hasta que vi mis huellas.
Encontré el amor tendido en una estrella
que temblaba en la espera.
Con ternura dibujé en cada hoja de papel
una noche para poder soñar
y me comí el silencio.
Mónica López Bordón
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