-revista virtual-
COORDINADOR :
MIGUEL OSCAR MENASSA (Candidato al Premio Nobel de Literatura 2010)
NÚMERO - 57- 20/11/10
Semana a semana iremos mostrando en este blog el producto del trabajo realizado en el Taller virtual de poesía los sábados a las 18:00 h de la Escuela de Poesía Grupo Cero, coordinado por el poeta Miguel Oscar Menassa
ALTA HUMANIDAD.
Humanos de alto voltaje me circundan,
construyen para mí, con la destreza
de sus gestos, una alta humanidad.
Soy su Circe, busco la pócima perfecta,
entre los bosques, hallo las hierbas sanadoras,
combinaciones de palabras para calmar
el infinito dolor de esta gangrena inmemorial.
No estar mañana, sea el mañana cercano o lejano;
¿es un dilema irresoluble o una grata noticia?
Investigo la fórmula psíquica del Goce
desato infinitas moléculas atómicas de amor,
y encuentro restos de muerte en cada giro.
Me atenaza el pecho la insólita flor de la angustia,
vivo arrojada de mí misma, precipitada en el vacío,
vertida como néctar, el vino de los besos, las uvas de la ira.
Un animal enorme y su manada,
una impiedad sonora y sus resortes
me distraen de mis cosas.
Me deshago en versos,
eterna margarita del sí quiero,
mis pétalos denotan torpeza en la caída.
Su sonoro suicidio,
me rescata del sueño.
Alejandra Menassa
“MI EXULTACIÓN VIENE DE QUE ANTES NO SENTÍ LA PRESENCIA DE LA VIDA”
César Vallejo
Disculpad mis torpes halagos,
agrestes por un mundo que declina en fantasías.
La soberbia de un canto que arranca del silencio,
el polen que se deposita tiernamente
en los pétalos de la muerte.
Disculpad mis palabras
altisonantes de barítono perplejo,
no me di cuenta de que el amor pasara por mi cuerpo,
no sabía del retorno del viento,
de la humanidad de los ángeles cayendo.
Susana Lorente Gómez
LA CAÍDA DEL DOLOR
Vienes a mí, con tu plural insistencia,
arrinconándome entre violentas iras
como si la noche pudiera hacer entrever,
desde la pupila de esta hoja en blanco,
las entrañas huecas de algún final.
Desata de mí, el misterio,
no digas que siempre será igual,
no vengas suplicando un destino,
la puerta que te anuncia
desaparecerá de mi costado.
Vierte la mañana sobre mis sábanas,
trataré de recibirla vestida con sedas
de colores para que la alquimia y el sol
celebren tu caída
en este encuentro clandestino.
Búscate en la risa furibunda
que tú mismo propagaste, como castigo.
Pobres y mendigos, chacales y zorras
te dirán qué hacer con la carroña.
Mientras, desaparece de mí, huye de mi vida.
Magdalena Salamanca
HOY NO PUDE
¿Volver o huir?
Y caigo desde las pestañas del miedo
hacia el blanco escenario de mi sacrificio.
¿Avanzar sobre la muerte
o retroceder frente a tus palabras?
Mientras tanto,
escarapelas de pasión
derriten mi memoria,
desahuciada por el silencio.
Abomino de tu perversidad,
oh, madre del dolor acostumbrado
y confieso:
Hoy no pude y, sin embargo,
la noche arropa esta soledad,
colgada de mis ojos.
Carmen Salamanca
SOY LA GUERRA
Soy la guerra
y grito mi destreza
para la demolición.
Hablo siempre que calla la palabra,
Digo de la pasión por la sangre
y la carne abrasada por mi ritmo.
Contable insaciable
muto en paz en nombre del estrago
y construyo lo que luego haré temblar.
Tengo una cadencia
que mueve torres y galaxias
y un hambre por el hedor
que me enloquece.
Respiro e instalo la huida
entre los hombres
y hago que nunca más caiga el telón.
Soy una máscara
y vivo en cada rostro.
Amelia Díez Cuesta
LA CAÍDA
Con solapados pasos que huyen del camino
acaricia paisajes marinos
y tumba, con brusco movimiento,
el tronco seco de la savia altiva.
Desconoce el punto donde la senda gira,
persigue sombras en el momento mismo que se ocultan
y vaga, elefante perdido, por una selva rabiosa de sonidos.
Después, en un vaivén del viento, vuela, ligero su esqueleto,
huesos desordenados por la bruma de un tiempo
donde lo conocido repliega sus ejércitos.
Campanas lejanas cantan a un solsticio venidero
y su boca entona el asombro de las tropelías
que liman el enjuto verbo
lanzando virutas a una tierra yerma,
que abre su cuerpo ávido de alimento.
Como animal de presa otea precipicios
donde posar sus manos de gigante liviana,
y yace habitante exiliada de todo lo vivido.
Pilar Rojas
UN ADIÓS SUJETO EN EL VACÍO
Carilda Oliver Labra
Trinan los pájaros en esta mañana
con su vértice casi de invierno.
Los árboles dorados
Escriben en sus cortezas
el oficio de la vida sin descanso.
Se aleja el cuerpo del cuerpo
y queda la carne, es una voz de otoño
con cadencias y ritmo
que no se ahoga en el poema.
Queda este adiós sujeto en el vacío
aguardando la fuerza del sosiego.
Mónica López Bordón
¿A DÓNDE IRÁN JILGUEROS Y TURPIALES?
A donde irán jilgueros y turpiales
mi corazón sacude risas y albatros.
El canto del jilguero agiliza las sombras
de la bruma enmudecida
por espantosos mares.
El nombre de mi voz,
de mentiras armado,
sacude infantiles vergüenzas
con sed de siglos.
Soy ese niño estúpido
A quien no amó la libertad.
Mientras, el perro desnudo,
Ladra a la victoria
Perdida.
Virginia Valdominos
QUEBRADA VOZ
Quebrada voz,
nocturna saliva efervescente,
arrastras cautivos
hórridos abismos.
Presagiando en tus arenas
volcánicas tormentas,
golpes de luz,
imborrables huellas
de encendida letra.
En la amplitud de los desiertos
vive tu nombre,
gris textura silenciosa,
desusada tu cósmica simiente.
Ruy Henríquez
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