domingo, 24 de julio de 2011

TALLER DE POESÍA SÁBADOS 22-07-2011



GRUPO DE POESÍA DE LOS SÁBADOS A LAS 18:00 h
-revista virtual-
COORDINADOR :
MIGUEL OSCAR MENASSA (Candidato al Premio Nobel de Literatura 2010)
NÚMERO - 78- 02/07/11
Semana a semana iremos mostrando en este blog el producto del trabajo realizado en el Taller virtual de poesía los sábados a las 18:00 h de la Escuela de Poesía Grupo Cero, coordinado por el poeta Miguel Oscar Menassa



Todos los dibujos son de Miguel Oscar Menassa




EXTRAÑO LO EFÍMERO

Ser hombre en la tierra es un empleo excelente. (Máximo Gorki)

Estos extraños rasgos navegan sobre piedras de hielo, sus ojos,

apenas distinguen la perfección craneal de una órbita

del desnivel acuoso en la infantil mentira de la miopía.

Cultivando la amargura en odres de miel,

marcan el terreno polar de lo inhóspito,

la corteza arbórea del camino de vuelta,

en cada molino una rueda y, esa toda su tarea.

En la tundra del escritorio los pétalos del olvido

viven su miastenia, entre libros secuestrados por la guerra,

mientras un martillo de juez clava el ataúd de la pasión

al gong del combate entre los grandes osos por una centella.

Disfrazado de mendigo en cada esquina y quemada la falange del pulgar,

esperan los clientes, el crujir de las castañas incitando en cada obrero

el calor de los dedos por un rublo que alimente la sonrisa de sus hijos

al llegar con un cucurucho de prensa hurtado al gigante paquidermo.

Los niños juegan, junto al fuego, con las letras iniciales de los animales

y el zócalo de madera alerta la llegada de lo efímero,

delicias de árboles envueltas en letras sobre la corteza arbórea

camino a casa donde habitan en carátulas mis vernáculos amigos.

Carlos Fernández del Ganso


EXTRAÑO LO EFÍMERO

Extraño lo efímero y con ello tus labios.

Más me valdría disipar la niebla en mis ojos,

la cárdena morada en la que posponemos

el ciclo natural de los encuentros

y golpe humanitario con que me redimes

de mi condición futura

de hueso en el osario o de sombra

en las silenciosas avenidas del cementerio.

Fábula atroz la del engaño.

Sintagma penetrando con su ángulos mis párpados,

vuelvo a medir los años gastados en inútiles silencios,

trepando ingenuo las resbaladizas cumbres del tiempo.

Extraño tu voz,

la belleza con que te deshaces en mis manos.

Ruy Henríquez



EXTRAÑO LO EFÍMERO

Extraño lo efimero de un vivir sobresaltado

donde cada minuto nos sorprendía con un soplo distinto

y la dicha quedaba entre las letras clausurada

esperando el papel para ser nombrada.

Cruz González Cardeñosa


EXTRAÑO LO EFÍMERO

Como si de algún comienzo se tratase,

recompongo útiles despojos de mi ser,

acostumbrado a revisión permanente,

y te digo: extraño lo efímero.

El equipaje que nunca perdí,

enredada en fábulas donde el dragón

resucita a la princesa que, invariablemente,

terminaría abandonándole.

El color de los silencios,

cuando en mi piel sonreía el futuro

y la voz se sostenía en otras voces,

roca esencial del pensamiento.

Sus ojos de varón estremecido,

reinventando la tierra entre algoritmos,

diagramando el mundo a golpe de suspiros,

resucitando una vez más, tras la huída.

Como si de la vida se tratase,

hoy te digo: extraño lo efímero.

Carmen Salamanca


EXTRAÑO LO EFÍMERO

Todo es para siempre, me dijeron,
y lo imprimieron en grandes rotativas,
y difundieron esa letra por el mundo,
ellos, los titanes de la inmortalidad,
los ciegos crónicos y empecinados,
locos amantes de las ilusiones.

La felicidad es eterna, me dijeron,
el amor, incombustible llama,
el goce inacabable,
y no muere el deseo.

Pero yo me puse triste,
y fue opacándose mi sonrisa juvenil,
porque extrañaba la belleza de lo efímero,
aquello que te imprime el sello,
de la que agazapada espera
con la daga en nuestros corazones,
para rubricar con sangre nuestro último aliento.

Y yo me puse triste, porque amaba el instante,
y había aprendido a gozar de las interrupciones,
y los finales me placían tanto como los principios,
y no podía escribir un poema sin el punto.

Extraño la ráfaga, el soplo,
lo que cesa, lo que late,
extraño mi humana fragilidad,
recubierta hoy de fantasmas de falsa perennidad

Hoja caduca del árbol de lo humano,
amo las caídas, los momentos,
la belleza sacrílega de lo efímero,
todo aquello que reniega de eternidad.

Alejandra Menassa



EXTRAÑO LO EFÍMERO

Me sumerjo en el vacío,

atravieso la garganta del tiempo

y me precipito en tus silencios.

Olvidados encuentros

donde tu cuerpo adquiría formas imposibles,

cataclismos del verbo impronunciado.

Me inundan los silencios,

horas perdidas de existir,

oscura soledad.

Derramada en un mudo canto,

inundo las horas

con el incienso de mis esperanzas.

Altar donde el sueño reza por existir,

templo del santificado deseo,

me entrego al preciso ritual de tu reencarnación.

Helena Trujillo

EXTRAÑO LO EFÍMERO

Pasiones, ráfagas inesperadas capturando segundos.

Una elección en juego

y la premura atolondrada evadiendo cualquier juicio.

El bien y el mal pierden sus privilegios escapando al estatuto

y cualquier atadura se vuelve innecesaria.

Sólo el aliento suspendido dilatando el pecho

reptando en territorios de lo inesperado

donde la selva despliega un escenario

de lianas tendidas para que un cuerpo

vuele al infinito y caiga como una estrella fugaz

sosteniendo la red del salvataje.

Te extraño

desde la dama negra que me habita

desoigo tus promesas de futuros lejanos

y me empecino en esta brevedad

que no sostiene ningún tiempo

y giro hacia el centro de la tierra

a buscar lo que desaparecerá

tal vez una palabra que se quedó sin tiempo

pendulando en una aureola siempre abierta.

Norma Menassa



EXTRAÑO LO EFIMERO

Extraño lo efímero ¿y tú?

¿No ves como cabalgan las preguntas

en la exaltación occidental

cuando la naturaleza sísmica

alza señales que confieren medidas?

¿Lo distingues,

en medio de explicaciones funcionales

o cuando desciendes a la intemperie

y buscas alguna fortuna obsoleta?

Vienes a descifrar el brillo de unos versos

sin iluminar la pose de tu constitución.

Enclaustrado, pones sobre el retorno

un momento capitular.

Dos grandes agitaciones enloquecen al esqueleto.

Sí, extraño lo efímero,

descubro el volumen de una fragua

e inocentes confusiones abrasan el contacto.

A favor de mis ojos o por la verticalidad

de la batalla, como testimonio desgarrador

que convence lo súbito.

Las heridas se quedan pasmadas,

las frase se arrinconan

y en la penumbra de tu nombre,

supero la palabra jamás

y te abrazo.

Clémence Loonis

EXTRAÑO LO EFÍMERO

Tan fatuo como las mentiras piadosas,
que al final se terminarán descubriendo.
Tan lejano como aquella mirada que sólo duró un segundo
y sin embargo, sació momentáneamente el cuenco de la incompletud.
Aquella imagen, aquél recuerdo, que encadena los recuerdos,
mas no son tiempo vivido, sino centelleo fugaz desapareciendo.
Levedad de la existencia, habrá en el futuro
un requiem en el cual no daré el presente.
Por eso extraño lo efímero que me permite salir airosa,
celebrar, cada vez, la inmensa alegría de estar viva.

Olga de Lucia.

EXTRAÑO LO EFÍMERO

En un hálito de soledad

extraño lo efímero:

un beso, una caricia,

el silencio de tus manos,

recorriendo la noche,

buscando entre las estrellas

restos de una piel.

Magdalena Salamanca


EXTRAÑO LO EFÍMERO

Esos días donde nadie huía de las horas,

teñidas de mirada las únicas gacelas de esperanza,

los lirios regalaban su olor

escondido en pequeños cuerpos fragmentados.

Arqueado por ideas y el desconsuelo de la tierra

en blancas páginas inéditas

un viento imaginario de amapola y turbia espiral de ingenuidad

se golpeaba.

Ibas y volvías cono si la carne pudiera contener

el designio de las rosas que caen en el futuro.

Te pedí el amanecer para hacerles trizas a los pájaros

en su vuelo rasante al corazón.

Más en el fondo del océano

existen risas consanguíneas.

Manos de arena en libertad.

El interior nunca fue nosotros.

Fue la paloma

del tiempo cantando

y yo viajo en su pico hacia la flor

acariciando a la muerte,

que se escapa.

Virginia Valdominos.


EXTRAÑO LO EFIMERO

Extraño lo efímero del viento grabando en piedra recortes de vida,

un instante de historia, el lamento de una muerte en el horizonte,

roto por un vuelo de pájaros migrando hacia el futuro.

El olor del amor permanece fugaz en la mirada mientras

florecen, en las sienes de las marismas, blancas nubes

que enmarañan el rumbo, enarbolando la obstinada astucia

de las gotas de lluvia que huyen de su destino.

En el horizonte, agazapada, la memoria susurra el nombre

de un héroe ignorado en su cuerpo caduco, austero regalo

de una estirpe que sostiene con brío leyendas cimentadas

con voraces palabras que fueron construyendo el mundo.

Pilar Rojas



EXTRAÑO LO EFÍMERO

Extraño lo efímero que rueda bajo el barro

que azota nuestros cuerpos soñados

nuestras manos mayores y nuestras futuras mano.

Nunca dominaré mis manos para el amor.

Extraño su goce efímero ausente de nostalgia.

Amelia Díez


EXTRAÑO LO EFÍMERO

Tiene lo efímero un gusto radiante

como a sangre corrida y a pendencia...

Un gusto irreparable a puro instante

pasajero de trenes y distancias.

Es lo que pasa así de inevitable

más humano y verdad que la arrogancia

de lo supuestamente perdurable.

Si por tenerla piérdese la gracia,

y ájase para serlo la belleza...

¡Que viva lo fugaz en su corteza,

y salga el paladar a pedir boca

cual gira y bulle el seno de la roca,

si un mortal oleaje la convoca,

y el fósil corazón se despereza!

Kepa Ríos Alday




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