domingo, 21 de junio de 2009

TALLER DE POESÍA DE LOS SÁBADOS 20-06-09



GRUPO DE POESÍA DE LOS SÁBADOS A LAS 18:00 h
-revista virtual-
COORDINADOR : MIGUEL OSCAR MENASSA
NÚMERO - 20- 20/06/09
Semana a semana iremos mostrando en este blog el producto del trabajo realizado en el Taller virtual de poesía los sábados a las 18:00 h de la Escuela de Poesía Grupo Cero, coordinado por el poeta Miguel Oscar Menassa


Cuadro: Alguna otra cosa. Miguel Menassa

“está cerca la poesía, aunque no la veamos”
PROLEGÓMENO

Como el fulgor de nuestra especie
ella ronda cerca de todos
nos ronda con sus luces
y sus brillos
y también en rasgos umbríos.
No la esperes
está aquí
y se presenta
ante nosotros.
Tócala, ámala
sabemos
vivimos con ella;
no huyas, espera
en un rincón humilde
el próximo llamado.

María Chévez

Cuadro: El escondite de Zeus. Magdalena Salamanca
CAMINAR

“Si caminamos, no es necesario, separarse de nada”


Siempre quise entender el sentido del caminar
¿qué dejaría marca en mis pasos?
¿cuántas nadas habría de perder si seguía caminando?]
¿por qué sería o no necesario, hacer camino?

Quizá los años me dieran respuestas,
entonces decidí seguir caminando.

Todos los días lavaba mis pies con pinceles de colores,
colores arenosos que poco a poco fueron siendo la vida,]
quizá no recorrí todos los rincones,
quizá, en más de una ocasión, tropecé
e incluso, llegué a socavar el alma soñando morir.

Todos los días calzaba palabras nuevas,
algunas las desperdicié, otras se quedaron a vivir conmigo,]
y fueron, sin saberlo, motor, rugido nocturno,
emboscada para el cotidiano vivir.

Entonces, un día de esos te conocí,
llegaste caminando, rodeado de gente que también caminaba,]
envuelto en millones de versos, que como una luz, guiaban el camino.]

Sin detenerme, sin mediar palabra, seguí la luz de tus versos,]
nunca más me pregunté, por el sentido del caminar:
“Si caminamos, no es necesario, separarse de nada”


Magdalena Salamanca
Cuadro: Fabian Menassa. Cansado de bucear

A LA POESÍA

Bella; tú que acoges, maternal, universal en tu seno
La verdadera historia de los pueblos,
Tú que gritas libertad, letra de ululante fuego;
Desde el vacío abstracto de la nada
Y recorres en brutal ejercicio de voz despierta-mentes
Los rincones amables y agrestes de mi España natal
Y te tiendes al viento
por la Argentina pampa de mi sangre-tinta, tintero de estos versos]
y de norte a sur, atravesado por tu canto
el gran continente americano, te hace eco.

Oh! Colombia,
no traigo hoy en mis versos pesados metales
ni mi voz es hoy la voz del viento
ni la de la Tierra, que clama por sus hijos,
Germán Pardo García, gran maestro.

Oh! Perú y mi querido Vallejo,
No bajaré a las minas, ni entraré hoy en batalla
Hoy amigos haremos sonar la gaita,

Oh! Chile
Os digo que no traje un parasubidas
como Altazor traía de la mano de Huidobro

No vengo a hablar de muertes
Hoy en estos versos
Ni traigo la manzana prometida
Oh Cuba grande,
Cuna de mi bien amada Carilda
Oh! Argentina,
No traigo un banco ni un río ni un yo años más viejo
Para conversar largo y tendido transcurrir onírico,
Sentados sobre el banco viendo pasar el río mis dos siglos,]
Como Borges traía, elocuente y sabio bajo su abrigo.

Oh España,
No traje tampoco hoy conmigo
guardias civiles borrachos
ni barandas de amargura plena
ni lunas verde en mi estela
como traía Federico,
no traje, mundo, hoy a verte,
la sonrisa de esa niña,
ni la triste amarga espera.

Fabián Menassa de Lucia

Cuadro: Sarcasmo del destino. Amelia Díez.

SI CAMINAMOS NO SERÁ NECESARIO SEPARARSE DE NADA
M.O.M.
Caminábamos como futuros cadáveres
como corazones a punto de rasgarse
como ranuras acuciadas por lo pleno.
Acústicos sonidos taponaban el vacío
entre los polos y los omoplatos.
Eras una manera de amarme
desde un lugar diferente a mí.
Eras mi misterio y mi ternura,
mi oasis permanente.

Cuando la noche se esconde en tu mirada
y las lagunas no suceden palabra a palabra
no hay encuentro entre tú y yo
tampoco entre esto y aquello.

Si yo camino y tú te quedas,
si tú caminas y yo me quedo
la distancia es infinita.

Sólo si caminamos lograremos seguir juntos.
Si caminamos no será necesario separarse de nada.

Amelia Díez Cuesta





Cuadro: Encuentros lineales. Manuel Menassa


HALLARTE EN EL CAMINO



No digas
Nunca.
Ni toleres un silencio prolongado.

No abras la puerta de tu corazón
más de dos veces por día
y si con el mismo puño golpeo
no me abras.


No digas
Siempre
No detengas los pasos
frente al camino incierto
Ni deshojes margaritas
En el primer encuentro.

Buscarte
Es hallarte en el camino.

Manuel Menassa
Cuadro: Detrás de la mirada. Carmen Salamanca

NADA

Nada confirmó su escucha y, sin embargo,
deformado por hebras y paseantes
esperaba algún trato especial.

Entregado al paupérrimo espectro del bien,
recaudaba sórdidos vaivenes
ante recurrentes mareas del corazón.

Descorchado el último aliento,
recuperaba ínfimos enfoques, dinamitados
por ambivalentes ruiseñores del hastío.

Cobijaba ecuánimes reyertas
a la luz de aquella luna
en rehabilitación continua.

En esa piel nocturna, esperaba,
sin más, deshollinar encuentros
ante la pálida especulación de sus ojos.


Carmen Salamanca

Cuadro: Las flores del mal. Miguel Menassa

“LOS HOMBRES VOLADORES NO TIENEN PASADO, TODAS SUS CADENAS SON PRESENTES”. Miguel Oscar Menassa

Esta blanca mariposa que ha encontrado los cielos más azules.
Este rostro de amable indiferencia, que parte los abismos del sueño.]
Este gesto que no termina nunca de olvidar.
Este fracaso absurdo de lo que ya no existe.
Estos versos enmascarados bajo la sombra del abedul.
Visiones de días que llegaron al fondo del océano.
Y vuelven y levantan los corazones agrios.
No hay penas en la ruta que mira el horizonte.
Y el náufrago descansa del tiempo transcurrido.
Fugaz sobresalto, estación aérea para los ángeles.
Esa infancia de luces estrelladas.
Que distinguen lo bello de lo incierto.
Esa máscara radiante de aventuras.
Ese mármol que rechaza las heridas
Y el aliento verde en la retina.
Hoy existen futuros universos.
Sangre de este presente anochecida.
Recordaré del valle encantado el ocaso del fuego.
Y el recuerdo tocará las estrellas
De este amor inminente, de este presente hoy.
Nombre de una memoria viva
Trepa los veranos y toca en las playas, la rosa arcilla.

Lucía Serrano
Cuadro: Por fín. Miguel Menassa

EN EL CAMINO

“Si caminamos no es necesario
Separarse de nada.”
MOM

Recorrí en vano tu pecho
las turbulencias de tu piel
el mar muerto de tus sueños.

Toqué vacío.

En el camino
ya no estabas tú.
Imperceptiblemente
te habías mudado
como una nube que se desliza
sin prisa
hacia otros cielos.

De ti quedaron
fragmentados perfumes del ayer
un rayo de sol olvidado
algunas palabras esparcidas.


Claire Deloupy


Cuadro: Danza Inca. Alejandra Menassa
AMOR ENTRE LAS MÁQUINAS

Despliego mis encantos en sórdidas metrópolis,
sólo para encelarte, porque sé que no es en habitaciones]
de finos nigromantes donde se teje mi solemne destino.]

Preludio mis amores al ritmo de sonoros engranajes,
de fulmíneas turbinas, de lámparas ustorias,
te amo bajo las huestes de sórdidos ejércitos de máquinas agónicas;]
Te amo bajo la luz mortecina de la fábrica, con sus ardientes]
ruidos de bestia herida y sus exhalaciones pestilentes.

Te inquiero con preguntas que hacen saltar tornillos de íntimos mecanismos]
¿Me querrás cuando el sonido de metálicas filas se detenga en lo oscuro,]
girasol apagándose, para esperar fantasmas trasnochados de obreros?]
¿Me querrás aunque ceda la infatigable rueda como cansado músculo?]

Mis maquinales hábitos, industriales instintos,
te llaman desde el profundo vientre de esta mole alumínica y grotesca,]
te sueño entre cintas sin fin y atávicos, dorados fuselajes.]

Añoro el pisar firme de tus obreros íntimos,
tus alarmas de incendios sonando en plena vida,
las horas de comida pautando caóticos encuentros,

Te amo aunque me duela, con aceitados ritmos, con frenético ímpetu,]
respirando el carbono de tus vapores últimos,
el fantástico semen de tus potros elípticos,
porque aunque ya no son de vapor tus resortes,
igual tienes el alma de cincuenta alazanes, su coraje y su brío.]

Te amo entre las máquinas, paseando por el río de martillos y ruedas,]
con aromas de fábrica, y plúmbeos estertores, con alma de poleas,]
firmes imprecaciones de insistentes palancas.
El coito siderúrgico de tibias aleaciones termina con jadeos metalúrgicos,]
un tornillo que cae, una pieza que cede,
aceites que gotean y el alma que se escapa por ignotas fisuras.]

Alejandra Menassa
Cuadro: Reinado de nubes. Miguel Menassa
ES NECESARIO SEPARARSE DE NADA

Compañeros de verticales caminos,
de rutas que arden como el petróleo,
¿cuántas veces os habéis cansado de ser hombres?
¿cuántas de navegar océanos,
tiritando de miedo y llorando lentas lágrimas de soledad?]
¿cuántos secretos puestos en sórdidas orejas?
¿cuánta vergüenza y espanto colgando de las ventanas del odio,]
espejo riendo la burla?

Un intenso olor a azufre
recorre los pies y las uñas
de esos firmes soldados,
que matan a besos y se visten de blanco.

Hombres que abandonaron el orgullo en cunetas vacilantes,]
que dejaron de ser raíz en las tinieblas,
que alcanzaron un pensamiento,
que arrastrados por las lluvias,
por el salvaje viento del mar
y por el ácido calor del desierto,
sin separarse de nada,
caminaron juntos,
y emprendieron el verdadero viaje:
aquel donde la mirada se posa ante lo nunca visto
y el destino no es más fácil.

Vicente Prada Gómez
Cuadro: Primer homenaje a Freud. Carlos Fernández

SI CAMINAMOS NO ES NECESARIO SEPARARSE DE NADA
A las 2001 Noches
Si caminamos, separados o juntos,
por la distancia exacta entre palabra y futuro
algún extra-terrestre, algún poeta
debió lustrar el plural y los carteles que anuncian:
¡miradas de charol para la noche!

- En mitad del eje que sostiene el girar instaló el hombre su rotativa -]

Plurales terrícolas tejen sus letras sin premura
esculpiendo cual minero,
la diferencia del temblor entre la gruta y su cuerpo,
para poder detectar del diamante
lo mejor de los mejores.

De tanto contar piedras puso una franja roja en el frontispicio,]
frases que se repiten de boca en boca como eco de campanadas]
y en los cuatro dígitos inventó la cifra del siglo,
donde los límites, nunca infinitos, se hacen in-fi-ni-te-si-ma-les]
“Si es posible el poema, es posible la vida”
Carlos Fernández



Cuadro: La mujer y el deseo. Miguel Menassa


“SI CAMINAMOS NO ES NECESARIO SEPARARSE DE NADA”Miguel Oscar Menassa


Esta semana tampoco llegó
dijo que vendría y que nunca se iría
dijo que las noches entre sus brazos ahogarían mi insomnio,]
pero no llegó

ni su aliento vespertino
ni el arrebatado candor de su delirio primaveral
ni siquiera el sonido de su aterrizaje imperfecto
sobre mi rostro.

Ésta es la última semana que me visto a su lado sin que esté]
la última vuelta de página inconclusa, el primer después.]

Cruz González Cardeñosa

Cuadro: Veo surgir entre las sombras. Miguel Menassa

COMO LA SANGRE QUE CIRCULA

El punto que camina al compás de la letra
es el punto admirable del pulso
que nace, renace y empieza a vivir.

Tiene la vida esa cadencia heroica
satinada y admirable
de la boca que medita
y de la mano que habla arrebatada,
tigres en celo imitando del universo
las estrellas infinitas y su goce.

Cuelga de la vena circular,
con pasión entretejida,
la despiadada conciencia sin refugio,
el mundo conquistado.

La sangre, que circula sin plegarias,
regresa a plena luz y se hunde
entregando toda la vida
como si la tierra y el delirio
fuera, de lo humano,
una piel sin tiempo.

Mónica López Bordón

Cuadro: Máscaras. Olga de Lucia

EL HUMO SIEMPRE SE VE VOLANDO

En el solsticio del verano, ahí donde el sol permanece su máximo,]
ascuas crepitan en la estrellada noche de San Juan.
El fuego consume con sus lenguas envolventes,
antiguo e inservible mobiliario, los amores idos, las penas compartidas,]
la mugre traicionera.
Los une una esperanza en cada renacer.
Un aura enrojecida ilumina los rostros,
la vieja escalera se retuerce y cae sobre el esqueleto incandescente del sillón]
que tantos culos albergara.
El calor enardece las almas, como hipnotizadas por el bullir de los rojos,]
azul verdosos y el amarillo que danza como flechas lanzadas en todas direcciones.]
En cada pupila los colores bailan ante el prodigio de la transformación de la materia]
Antes que la ciencia viniera a instruirnos sobre la dinámica de los gases]
y la aceleración de las partículas a causa del calor,
secas por la exposición al fuego, volátiles como los sueños,]
ágil como una mariposa que lucirá en su breve vida su traje mas bello,]
el humo siempre se ve volando.

Olga de Lucia

Cuadro: Encuentra su reinado. Miguel Menassa

SI CAMINAMOS NO ES NECESARIO SEPARARSE DE NADA.

Cuando fue necesario yo también
rompí mis cadenas para volar.
El poema no necesita
ni mi cuerpo ni mi pasado, sólo el verbo palpitante
que viene del futuro.

Cuando fue necesario yo también
me uní a los vocablos más grupales.
Nuevo cuerpo entregado a un
destino mortal, humano.
Lejos del egoísmo de la soledad,
mi camino será inseparable del nosotros.

Helena Trujillo

Cuadro: Fragancias inconcebibles. Miguel Menassa
ME HAS HABLADO EN UN IDIOMA NUEVO CERCANO A MIS PALABRAS

Hay atajos y montes que en la noche se hospedan sin ninguna frontera]

y vientos delicados que mueven un ramaje de piedad y olvidos.]
Ellos me susurraron al oído que no interrumpa la ronda sin pausa de la vida,]
es mejor nombrar juntos las nuevas costumbres hasta que llegue el día del ningún episodio]
y tengan existencia la luz y su ventana.

Después de aquellas voces vagué sin encontrar el nombre de mi tierra,]
envuelta en los espantos de antiguas profecías que siempre se equivocan]
repitiendo el error, aquella mala espina, la duda tenebrosa que encierra el aire]
donde el fuego y la esfera se confunden
en paisajes diabólicos que alejan la sombra que me guía.]

Ninguna espera resuelve el andamiaje de historias que dejaron de lado la victoria]
cuando comienza la danza del temblor que anuncia una aventura]
aquella del ronco caminar en esta selva de hojas sin raíces ]
que se llaman mi otoño.

- Deja la nube blanca en la que quieres alejarte, no has de volver al aire,]
hemos viajado juntos y comprendido que no hay fatalidad en la distancia,]
que nos dijimos cosas que son las mismas que se dijeron otros,]
y hemos hablado en un idioma nuevo cercano a tus palabras,
aquellas que decías que hacen la boca de todos los amantes. ]
-entonces yo te pido, que no violentes más las puertas de salida con frágiles caprichos,]
que busques el cielo cercano a cada pozo, el sol que sale después de cada trasnochada,]
ahora viene el tiempo que el camino se ensancha, la vuelta se hace andando,]
mejor sigamos juntos, mejor tomados de la mano.

Norma Menassa

Cuadro: El día después. Miguel Menassa


SI CAMINAMOS NO ES NECESARIO SEPARARSE DE NADA

Una pausa, derrotaba en el horizonte
el aullido del viento encaramado a la vida.
Pasos trémulos como sólidas encinas
atravesaban un cuerpo,
distinguiendo de la pálida luz del otoño
el sentido del camino ordenado en el porvenir.
Relámpago de ausencia,
sólo el vértice de un silbido abandona el camino.
Sorprendida por su ausencia
me cobijo en el encuentro de un futuro
ahuyento el desaliento que circunda mis pasos,
acepto del camino el errar necesario,
prosigo acompañada,
necesaria manera de continuar.

Pilar Rojas

CELEBRACION DE LOS CIEN NUMEROS DE LAS 2001 NOCHES EN LA FERIA DEL LIBRO DE MADRID

sábado, 6 de junio de 2009

TALLER DE POESIA DE LOS SABADOS 06-06-09

GRUPO DE POESÍA DE LOS SÁBADOS A LAS 18:00 h
-revista virtual-
COORDINADOR : MIGUEL OSCAR MENASSA
NÚMERO - 19- 06/06/09
Semana a semana iremos mostrando en este blog el producto del trabajo realizado en el Taller virtual de poesía los sábados a las 18:00 h de la Escuela de Poesía Grupo Cero, coordinado por el poeta Miguel Oscar Menassa









Cuadro: Ave Fenix. Fabian Menassa



EL GRAN COMBATE


No me deja crecer, me quiere asesinar, me mantiene en palabras anteriores
Miguel O. Menassa


Adalid misterioso de tus pasos
sobre el trapecio inalcanzable
de los tiempos por venir
silueta de paloma amortajada
en la pupila opaca de tu nombre
ceguera permanente
catástrofe rota.

Luto incondicional para almas
pájaros tropicales
tan libres como la nada
Negro sobre la cabellera sangrante de la historia,
el combate ha comenzado.

Fabian Menassa

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Cuadro: Amor ante la muerte. Miguel Menassa


NO ME DEJA CRECER…


“No me deja crecer
Me quiere asesinar
Me mantiene en palabras anteriores”
MOM


La vi haciéndome zancadillas con mis propias piernas
espiarme con mis propios ojos.
La vi perseguirme todo el día
para alejarme de la letra.

Vuelve otra vez lo prohibido
con una razón pegada a la piel de ayer.

Palabras de piedra
caen de su boca de sombra.

Silueta en la oscuridad,
indescifrable, voraz,
lucha cuerpo a cuerpo
preñada de recuerdos.

Apresurada por la urgencia de vivir
abro a los versos mis oídos.

Una de mí intenta cortar mis alas
pero sigo volando.


Claire Deloupy



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Cuadro: El eje del sol. Carmen Salamanca

EL CAMBIO


No me deja crecer, me quiere asesinar,
me mantiene en palabras anteriores.

Y, sin embargo, rehúso
en mis dedos la sombra
de enfebrecidas huestes,
atroces sentimientos.

Alicatados desórdenes
en espera permanente,
requiebros y quebrantos
antes de la definitiva
exhumación de mi alma:
calma entre los dientes
y, en el corazón,
la esquirla, inevitable,
del cambio.


Carmen Salamanca



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Cuadro: Camisa blanca. Stella Cino



NO ME DEJA CRECER, ME QUIERE ASESINAR, ME MANTIENE EN
PALABRAS ANTERIORES

Caudalosos como ríos desbordados por aguas clandestinas,
se debaten en mi pecho los oscuros fantasmas del pasado.

Ellos atan con cadenas las pesadas bolas de acero a mis tobillos,
cúmulos de recuerdos, de frases detenidas en el tiempo,
de frases anegándose, pudriéndose en la dolorosa noche de mi alma.

Ella, que es una voz poderosa para mí, y lo sabe,
ella, por lo que cada mujer tiene de madre, y de muerte,
ejerce a placer su reinado sobre mis pensamientos y mis actos.

Soy una espiga tierna de finísimo trigo, los cabellos dorados,
los dientes apretados, firmes los músculos, preparados los huesos para el salto.
Y mi única ilusión es alcanzar el sol, pero ella me detiene
con su sombra enorme. Hace, como los topos,
caminos subterráneos, para tirar de mis raíces hacia abajo.


Alejandra Menassa



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Cuadro: Cruce de lanzas. Magdalena Salamanca



MIENTRAS TÚ CALLAS, YO ESCRIBO


“No me deja crecer, me quiere asesinar,
me mantiene en palabras anteriores.”
Miguel Oscar Menassa

Mientras tú callas, yo escribo,
aunque abarques todas las veleidades
y te sientas joven flor.

Aunque tu olor sea a virtud,
no me atormentes.
No maldigas el pasado
no oprimas la respiración
con aromas sin color a aire.

El pensamiento niega las palabras.

Yo sigo aquí, escribiendo, por si, ese gesto,
despertara de la tozudez del humano que soportas.

De la blanca y rauda estupidez de este mosaico invertido,
malograr los atascos del ritual que te consuela,
no es mi tarea, prefiero huir hacia delante,
saciar el vértigo con la caída, seguir escribiendo.


Magdalena Salamanca


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Cuadro: Alas del tiempo. Miguel Menassa



SEA LA LUZ

“No me deja crecer,
me quiere asesinar,
me mantiene en palabras anteriores”
Miguel Menassa


Es la palabra el amanecer con tanta ternura prendida
a la tierra húmeda, a veces impasible y siempre bella,
como cuando tiemblan los cuerpos enredados,
tendidos en la madrugada.

Hoy, en la vida de ojos abiertos
no hay lugar para contar las ausencias.

Me dejo caer
y la memoria queda en un olvido extraño,
vuelo de pájaro cantando sin horas
el eco del mundo clamando que ama existir
y con eso le basta.

Nada importa,
ni lo perdido, ni lo pasado.
Acaricio lo que amo.

Mónica López Bordón



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Cuadro: Partículas del sueño. Amelia Díez

NO ME DEJA CRECER,

ME QUIERE ASESINAR,

ME MANTIENE EN PALABRAS ANTERIORES

M.O.M

Aquel día nadie esperaba nada

sólo querían amanecer al día siguiente.

Desnudos tras las cortinas del tiempo

crecían sin recato y sin esperanzas

amaban sin recuerdos y sin pesadumbre

reían sin más ni menos motivos.

Aquel día era otro día y eran otros,

conocían las lágrimas inmisericordes

del dolor agudo y persistente.

Las encrucijadas se deshacían,

lo humano huía de sus miradas opacadas

sin remedio por la ilusión de su mismidad. 


No me deja crecer lo que en mí es quietud,

me quiere asesinar la mano que me acaricia

cuando me mantiene en palabras anteriores,

cuando me habla de mi ayer y mi mañana

envueltos en conocidas definiciones.

 

Era un día sin otro día, era un yo sin otros,

un sueño sin despertar, un despertar

sin sueño que olvidar, sin dirección.

Ha nacido una palabra que habla

un hombre y una mujer que escuchan.

Amelia Díez Cuesta

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Cuadro: Blanca extranjera mia. Miguel Menassa



ARRIBANDO A LA COSTA

“No me deja crecer,
me quiere asesinar,
me mantiene en palabras anteriores”
Miguel Oscar Menassa.

Me parece estar vivo,
atravesar con calma las calles,
adentrarme en paredes,
que los perros olisquean lentamente.

Miro mis manos, mis brazos,
percibo el cielo y las casas,
mujeres cantando a mi alrededor;
enfilo la calle y me persigue el viento,
transeúnte polvoriento que golpea mi corazón.

Cerca del mar,
las bocinas del puerto humedecen con sus lágrimas
el atardecer de un azul,
sembrado de fantasmas.

Un olor marino corría por el muelle,
un aire enmohecido se instalaba en mis pulmones,
no me dejaba crecer.
Un pensamiento de tierras lejanas,
sonaba como un eco en mis sienes,
me quería asesinar.

Una ausencia extendida,
un barco arribando a la costa,
la muerte vestida de almirante,
un estandarte de plata ennegrecido,
la sombra de un grito,
me mantenía en palabras anteriores.

Demasiado compacto –me digo-
y se abren los poros de mi piel,
y me rompo en mil fragmentos,
y vuelvo a caminar,
con calma,
por esas calles,
sin preguntarme nada.

Vicente Prada Gómez


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Cuadro: Indio futuro. Miguel Menassa

AMANTES


No me deja crecer,
me quiere asesinar,
me mantiene en palabras anteriores.
Miguel Óscar Menassa

Hoy soñé que eran varios mis amantes,
que mi moral no tenía límites,
sino la conveniencia de mis deseos.
Un mundo, para cada uno, diferente.

Cuerpo sobre cuerpo,
entrecruzamiento sexual,
palabras arrebatadas a lo cotidiano
que se transforman en un estallido de emociones.

Por qué elegir uno cuando se puede amar a más.
Por qué tener como límite los celos.

Tus labios sobre mi cuello,
sus manos sobre mis nalgas,
mi boca sobre su piel.

Ensoñación que se vuelve real.
Provocación secreta, intimidad múltiple.
Entierro la monogamia de mis pulsiones,
mi riqueza comienza hoy.

Helena Trujillo Luque

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Cuadro: Presagio selvatico. Olga de Lucia

ME MANTIENE EN PALABRAS ANTERIORES


El día se ha levantado gris, copioso en lágrimas
dispuestas a desleír un vago ideal
que tercamente persigo aunque sea imposible de alcanzar.
Y huyes y te ciegas queriendo negar esa verdad.
Son fantasmas los que resisten iluminar nuevos pensamientos
y se arremolina el odio alrededor de las cuerdas vocales
y estrangula el grito, se parapeta en una celda de palabras
grabadas en granítica pizarra.
Tremola la razón, hecha babas de rabia y de locura
cercada por una muralla de prejuicios.
Primitivos lazos obnubilan los afectos
y envidio cuando no puedo sentir admiración
y siento odio en lugar de reconocimiento.
Me quiere aun muerta solo para si,
para ese amor detenido en el tiempo.

Olga de Lucia


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Cuadro: La puerta del ayer. Miguel Menassa



“NO ME DEJA CRECER. ME QUIERE ASESINAR. ME MANTIENE EN PALABRAS ANTERIORES”

No pude callarme, ni pude silenciar el mar.
Mis alas atravesaron la cubierta del océano
simulando la sórdida angustia del atardecer.
Versos en tus manos, de quietud prolongada
acarician mi espera.
Pasos de firmeza, son tus muslos de viento,
sutiles formas de parecer etérea,
con virtuoso amago de salir corriendo
hacia las esferas donde lucen los primeros
tiempos del amor.
A ti se parecen las lunas de Marte,
enrojecidas por un calor que no nace,
sino que ejerce su atracción por el dulzor
de una mirada, asesina de sombras.
Quimera de luz: me refugio en tu arte
y estallo en un millón de atardeceres.
Sobre el pavimento, dos amapolas
danzan sin dueño.

Miguel Martinez


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Cuadro: Alli te espero. Miguel Menassa



ME QUIERE ASESINAR

Yo hablaba y al rato ella volvía
sobre palabras desconocidas,
palabras alguna vez pronunciadas,
pensamientos y emociones de otros tiempos.
Muchas veces interrumpía las frases,
y luego para seguir, ya habían pasado
los bárbaros de Atila.
Cuando subía un escalón, me daba
como tarea, escalar una montaña,
yo intentaba sin saber si era mio ese deseo
y sin saber de que se trataba.
Un día pensé, no me deja crecer,
me quiere asesinar, me mantiene
en palabras anteriores,
y sin esperar ninguna comprobación,
la maté, para que un nuevo mundo,
brillara en el horizonte
de las nuevas miradas.
Pradera abierta a los infinitos
espacios del amor.
Nadie me preguntó nada,
todo siguió igual.
Lo que pasó, pasó, me dije
y aplaudí esa audacia.

Lucía Serrano



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Cuadro: Todo fuego era luz. Miguel Menassa

NO ME DEJA CRECER, ME QUIERE ASESINAR, ME DETIENE EN FRASES ...

Crecía como crece el rosal en primavera,
anunciando lo tierno de las hojas color recién nacidas.
Sobre el papel mis trazos dibujaban criaturas
que se confiaban historias con un entretejido fantasioso
difícil de palpar volviendo imprecisas las palabras.
Perdida entre ardientes inventos sin ley de gravedad y con soltura
me hinqué en la hendidura de mi sexo cerrada al sol y a las miradas.
Allí adentro es afuera y todo está teñido de mi música,
que combina sonidos y helicoidales formas
en las que viajan cadenas de mí misma irrepetibles.
Hay mensajeros saltando entre puentes y hay una cuarta esfera
donde mi cuerpo carente de tatuajes
traga la luz y se pierde en los cuerpos de mi cuerpo
habitando un espacio sin aire, donde no estoy y es inútil buscarme.
Zumba mi sangre y me tira hacia una orilla como descarga de luz
y atónita la carne se hace verbo
y el tiempo de los verbos me atraviesa en lo alto de las conjugaciones
y ya no soy donde estaba y vuelvo en otra forma y vivo diferente,
mientras detrás escucho que las brujas murmuran: Habla, habla.
Intentan detenerme,
escupo semillas de granada a sus ojitos,
golpeo con mi bastón de ciega de sentidos
las viejas formas aplicables en el día de ayer
que estallan en escombros,
tomo con gracia merecida mi capa de visón y amianto
y atravieso las llamas.

Norma Menassa



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Cuadro: La luz en las entrañas. Miguel Menassa

NO ME DEJA CREAR, ME QUIERE ASESINAR, ME MANTIENE EN
FRASES ANTERIORES (Aforismo de Miguel Menassa).

Se quejaba
quizás exageradamente.
Pensaba en la dificultad de crecer
de no debernos a nosotros mismos.
Contar con los otros.
Gimoteaba su imposibilidad
de salir de la frase
que la encadenaba.
Seguía hablando
Se marchó a otra frase
y me sonrió.

María Chévez



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Cuadro: Agujas del tiempo. Carlos Fernandez


NO ME DEJA CRECER, ME QUIERE ASESINAR,
ME MANTIENE EN PALABRAS ANTERIORES.

Saltar de una palabra hacia el otro lado de la espalda,
arrostrar la mirada y al decir voz,
aullar como el eco sobre la roca, horadando
el tiempo en arena, en polvo todos los segundos.

Sobre la yerta tierra de cuyas arrugas
siembra el temporero su piel curtida del otoño al verso,
simiente humana es la sílaba sol,
dios un accidente,
como el sudor nace cual lágrimas de la frente.

Buscar, nada busca el que enterró un ser amado.
Llorar es mejor de noche para el cultivo.
Nada te impide en el azogue, estrechar las manos,
del comercio donde blande el azadón tanto
como la sangre que circula del tintero corazón al hueso.

Lo firmado está escrito y llave alguna,
cierra o abre, ni del futuro libera
la mortaja de huesos ya ligera, como una pluma
que escribiera de un hombre su condena.

No cosecha el espantapájaros, ni veras al esqueleto piafar sus manos
uncidas al azadón sobre la sementera, ni es apero el rencor,
ni afila guadaña alguna la chaira de la venganza.

No es necesario ser labriego, cualquier poeta sabe esperar
en cada añada la cosecha, donde todo fantasma fermenta,
la costumbre hecha ley que dicta y reza
de traiciones miles entre hermanos y
viles asesinos cuya imagen, ciego y mudo, el espejo refleja.

Carlos Fernández